Fue un día como hoy, 9 de octubre pero del año de 1967, cuando el político y revolucionario Ernesto “Che” Guevara fue ejecutado, a la edad de los 39 años en la Higuera, Vallegrande, Santa Cruz, Bolivia. Sus restos descansan en el Mausoleo del Che Guevara.

Las imágenes inéditas de la ejecución del “Che” Guevara se dieron a conocer en España, en el año 2014, en la celebración del 47º aniversario de la ejecución del líder guerrillero. Las imágenes fueron mostradas por Imanol Arteaga, sobrino del cura español Luis Cuartero, al que el corresponsal de France Presse las entregó en el año 1967, ya que en aquel momento no tenía seguridad de que pudiera «sacarlas del país».

«Las fotos las tenía mi tío, el canónigo Luis Cuartero, hermano de mi madre»,  así lo comento Arteaga al diario español “El País”.

El misionero Cuartero tenía un seminario ubicado cerca de la localidad boliviana de La Higuera, donde el 9 de octubre de 1967 el Ejército boliviano mató a Ernesto “Che” Guevara. Tras recibir las imágenes, las llevó a Zaragoza (España) entre finales de octubre y principios de noviembre del mismo año.

Imanol Arteaga guardó a esas fotografías históricas, incluidas dos de la compañera del “Che”, la camarada “Tania” (Tamara Bunke), durante un año y medio en una caja de puros en su casa en la localidad de Ricla.

El cura misionero le dio las fotografías al fotógrafo francés Marc Hutten.  Las fotografías son de la misma serie que Hutten realizó al cadáver del Che, las fotos más famosas y únicas que se conocían hasta ese año. El fotógrafo que trabajaba para la agencia France Press.

Hutten le entregó las fotos a Luis Cuartero, un cura español que tenía un seminario cercano a La Higuera, donde mataron al Che; poco después regresó a Zaragoza donde fue director de un colegio en Pilar, y si bien en la familia todos sabían de la existencia de las fotos del sacerdote, nunca las había exhibido públicamente. Ahora fallecido el cura, su sobrino pensó en aquel año que con motivo del aniversario (47) de la ejecución del Che, fue conveniente mostrarlas.

“¿Venderlas? No pienso venderlas, ¡Por Dios! Sería traicionar a mi tío y además son un tesoro”, afirmó el poseedor de las fotografías, Imanol Arteaga, en declaraciones que publica el diario El País de Madrid.

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