Una vez más las redes sociales volvieron a hacer de las suyas, en esta ocasión pareja que decidió fingir una propuesta de matrimonio en un hotel con el único objetivo de obtener bebidas gratis.

La estrategia perfecta para conseguir bebidas gratis y armar el brindis

La historia, que rápidamente se volvió viral, se desarrolló en el bar de un hotel donde una pareja, cuyos nombres no fueron revelados, planificó con detalle cada momento de la farsa. Siguiendo el protocolo de una propuesta de matrimonio auténtica, el «novio» se arrodilló frente a su pareja mientras ella reaccionaba con expresiones de sorpresa y emoción. El ambiente festivo que generó la escena provocó que los demás asistentes del lugar aplaudieran y felicitaran a los supuestos prometidos.

El personal del hotel, conmovido por el momento especial, no dudó en ofrecerles bebidas gratis para celebrar la ocasión. Lo que nadie en el lugar imaginaba era que todo se trataba de una broma minuciosamente planeada por la pareja, según reveló la propia protagonista en la plataforma X (antes Twitter), donde compartió el video de su «compromiso».

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División de opiniones en redes sociales

Como era de esperarse, la historia desató un fuerte debate en redes. Para algunos internautas, el plan fue una demostración de creatividad y atrevimiento que no afectó a nadie y simplemente les permitió disfrutar de un momento divertido con una recompensa inesperada. Sin embargo, hay quienes ven la acción como una forma de engaño que se aprovecha de la generosidad y buena fe del personal del hotel y los demás clientes.

«Esto es simplemente genial, no le hacen daño a nadie y solo encontraron una forma divertida de obtener algo gratis», comentó un usuario en X.

¿Una moda peligrosa? Posibles consecuencias

Más allá de la anécdota viral, algunos expertos en servicio y hospitalidad advierten que este tipo de prácticas podrían tener repercusiones negativas. Si se convierte en una tendencia recurrente, los establecimientos podrían optar por ser más estrictos en sus políticas de atención y restringir cortesías para celebraciones genuinas. Además, este tipo de «bromas» podrían generar desconfianza entre el personal de servicio y los clientes, afectando la experiencia general de quienes buscan celebrar momentos especiales de forma honesta.