La cueva de Cosquer: un fascinante «museo rupestre» sumergido bajo el océano
26/11/2024 - Hace 2 horas en InternacionalLa cueva de Cosquer: un fascinante «museo rupestre» sumergido bajo el océano
En las costas de Marsella, Francia, se encuentra la famosa cueva de Cosquer, uno de los sitios más relevantes para el estudio del arte rupestre en el mundo. Este recinto, que contiene numerosas pinturas prehistóricas, está en riesgo de desaparecer, ya que actualmente se encuentra sumergido bajo el nivel del mar.
La cueva, que alguna vez estuvo en la cima de una montaña durante la era del hombre de cromañón hace unos 30 mil años, se encuentra ahora a 37 metros de profundidad. Durante aquella época, estaba situada a 10 kilómetros de la playa, pero los cambios climáticos y el aumento del nivel del mar llevaron a su inmersión. Se estima que las pinturas dentro de la cueva tienen una antigüedad aproximada de 20 mil años.
El sitio no era utilizado como vivienda, según los estudios, sino como un lugar ceremonial o de reunión. Fue descubierto en 1985 por el buzo francés Henri Cosquer, quien inicialmente pensó que las marcas en las paredes eran grafitis modernos. Sin embargo, al limpiar la superficie, identificó huellas de manos y otros dibujos antiguos. Tres buzos fallecieron en la gruta poco después de su hallazgo, lo que llevó a implementar medidas para su conservación.
Entre las imágenes más llamativas destacan figuras de animales, un hombre atravesado por una flecha y numerosas impresiones de manos, algunas de las cuales carecen de dedos. Investigaciones sugieren que la falta de falanges podría estar relacionada con antiguos rituales. La cueva fue reconocida como monumento histórico en 1992, y la autenticidad de las pinturas fue confirmada en 1998.
Para preservar el legado de Cosquer, un museo con réplicas de las obras abrió sus puertas en junio de 2022, cerca de la ubicación original. Según Gabriel Beraha, director del Museo Cosquer, este lugar es único en el sureste de Francia y podría haber otras cuevas aún por descubrir en la región.
El museo también exhibe recreaciones de animales extintos, como pingüinos y focas, que se encuentran representados en las pinturas. En 2010, la cueva fue escaneada y digitalizada con láser y fotogrametría para garantizar que su contenido permanezca accesible para futuras generaciones.