En un sorprendente hallazgo científico, se ha demostrado que la orina humana puede actuar como fertilizante en el regolito de la Luna y de Marte, adelantando la posibilidad de un ecosistema agrícola circular y sostenible en otros mundos con recursos locales.

Un equipo de investigadores de la Universidad de Wageningen realizó un estudio que dio como resultado este descubrimiento, y lo publicó en la revista Open Agriculture. El estudio se centró en usar estruvita, un mineral compuesto por magnesio, amonio y fosfato que se obtiene de la orina humana.

“La orina humana que utilizamos en el estudio se recogió de baños portátiles en festivales en Ámsterdam. Utilizamos estruvita porque es casi 100% pura y no trae consigo contaminantes como restos de medicamentos o fármacos”, explicó Wieger Wamelink, investigador principal del estudio.

Los investigadores llevaron a cabo experimentos utilizando simulantes de regolito lunar y marciano en lugar de regolitos reales, ya que estos últimos no están disponibles en cantidades necesarias en la Tierra. Los resultados fueron sorprendentes: la aplicación de estruvita estimuló el crecimiento de judías verdes en los simulantes de regolito, aumentando la cosecha en varios factores.

“Demostramos que la estruvita puede ser un fertilizante excelente para estimular el crecimiento de las plantas en los regolitos. Wamelink señaló que este hallazgo es fundamental para desarrollar un ecosistema agrícola cerrado y sostenible en Marte y la Luna, así como en la Tierra.

El reciclaje de desechos humanos en la Luna y Marte

En Marte y la Luna, donde sólo hay hielo y regolito sin materia orgánica disponible, es necesario modificar y mejorar los suelos para permitir el crecimiento de los cultivos. Un aspecto crucial de este sistema es el reciclaje de desechos humanos, como la orina.

“Aplicando la estruvita extraída de la orina humana, estamos dando un paso más hacia la creación de un sistema agrícola circular en Marte y la Luna. Este modelo también podría aplicarse en la Tierra, en regiones desérticas o en zonas polares”, afirmó Wamelink.

El objetivo a largo plazo de este proyecto es establecer una cúpula en la Luna o Marte que contenga todos los elementos necesarios para cultivar alimentos en interiores. Esta instalación servirá como un centro de investigación para probar innovaciones y sistemas circulares que podrían ser clave para futuras colonias en otros planetas.

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