Desde su establecimiento en 2010, esta fecha tiene como objetivo sensibilizar sobre la importancia de la sexualidad y los derechos individuales asociados.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la sexualidad es fundamental en el desarrollo humano. Las políticas y programas buscan fortalecer los valores de respeto y satisfacción en la vida sexual, reduciendo la discriminación y la violencia.
Para fomentar una cultura de sexualidad saludable, la OMS promueve el acceso a información de calidad sobre sexualidad, especialmente para jóvenes, y el conocimiento de los riesgos asociados a la falta de protección en las relaciones sexuales. También subraya la importancia del acceso a la atención de salud sexual y un entorno que apoye y valide la salud sexual.
La salud sexual abarca no solo las relaciones sexuales, sino también el autoconocimiento y la orientación sexual. Las personas tienen derecho a la planificación familiar, a los chequeos de salud sexual y al acceso a métodos anticonceptivos.
Los riesgos relacionados con la salud sexual varían según la orientación sexual y pueden incluir infecciones de transmisión sexual, embarazos no deseados, violencia sexual, y prácticas nocivas en las relaciones sexuales.