Este domingo 6 de octubre, se llevó a cabo la mayor parte de la Semana 5 de la NFL de la temporada 2024, destacando el partido entre los Minnesota Vikings y los New York Jets, el cual se jugó en Londres. En este encuentro, el equipo liderado por Kevin O’Connell mostró su dominio frente a Aaron Rodgers y compañía, dejando claro su fortaleza en la liga.

¿Cómo se desarrolló el partido entre los Minnesota Vikings y los New York Jets?

El veterano mariscal de campo, Aaron Rodgers, sufrió una dolorosa derrota en la capital británica. Rodgers lanzó tres intercepciones en el partido, lo que llevó a los Jets a caer 23-17 ante los Vikings. Con este resultado, los Jets se encuentran con un récord de 2-3, y surgen preocupaciones sobre la salud del quarterback de 40 años, quien reveló haber sufrido un esguince de tobillo tras el juego.

Los Minnesota Vikings, por su parte, continúan invictos tras la Semana 5.

Rodgers, aunque decepcionado, fue claro en su análisis del partido: «Estamos jugando por debajo de nuestro potencial. Demasiados errores», declaró. A pesar de sus dificultades, logró completar 29 de 54 pases, acumulando 244 yardas y dos touchdowns. Además, se convirtió en el noveno jugador en la historia de la NFL en superar las 60 mil yardas aéreas, un hito importante en su carrera.

El encuentro estuvo lleno de momentos decisivos, incluyendo una intercepción que Andre Van Ginkel devolvió para un touchdown de 63 yardas. A pesar de su lesión, Rodgers volvió al campo luego de ser evaluado, decidido a continuar el partido. Al final, los Vikings lograron imponerse con un marcador de 23-17.

Durante el enfrentamiento, en una jugada clave de la defensa de los Vikings, los safeties Camryn Bynum y Josh Metellus interceptaron uno de los pases de Rodgers. Más allá de la hazaña, ambos jugadores decidieron celebrar recreando una coreografía de saludo de la famosa película Juego de Gemelas, protagonizada por Lindsay Lohan.

El saludo que recordaron es el que hace Annie James, uno de los personajes principales de la película, junto con su mayordomo Martin. Esta peculiar bienvenida y despedida es uno de los momentos más icónicos del film de 1998, y Bynum y Metellus lo revivieron con nostalgia en pleno campo de juego.

Aunque la intercepción fue anulada, el gesto quedó grabado en la memoria del equipo y los aficionados. A pesar de no haber valido en el marcador, la celebración dejó una sonrisa en los jugadores y en quienes recordaron sus años de juventud y la película.