Mujer invierte más de 100 mil dólares para ser madre y se arrepiente al tener a su bebé
08/11/2022 - Hace 2 años en InternacionalMujer invierte más de 100 mil dólares para ser madre y se arrepiente al tener a su bebé
Tras varios intentos, un aborto espontáneo y gastar miles de dólares, una mujer logró convertirse en madre, pero descubrió que tener un bebé no era lo que esperaba.
La maternidad es un sueño para muchas mujeres y hay quienes por situaciones de la vida, o por problemas de salud, recorren un camino más largo y difícil para tratar de cumplir con dicho sueño. Sin embargo, otra verdad poco comentada es que la maternidad no siempre es como se idealiza, como lo demuestra el siguiente caso que te presentamos.
Daily Mail dio a conocer el caso de una mujer, quien no reveló su nombre, que a los 44 años quedó embarazada, pero tras ser madre y tener finalmente a su bebé su sueño se convirtió en una pesadilla. Sin embargo, antes de esto pasó por diversos obstáculos, primero a los 35 años terminó una relación y al pensar que no conocería a nadie más decidió congelar sus óvulos. Más tarde a los 40 años intentó concebir utilizando esperma donante, pero cuando menos lo esperó conoció a alguien.
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Durante ese momento quedó embarazada, pero desafortunadamente tuvo un aborto espontáneo. Fue así que entonces consideró la posibilidad de encontrar un donante de óvulos, pero entonces a los 44 años de edad nuevamente logró concebir. «No me atreví a creer mi suerte», declaró.
Sin embargo, al tener a su bebé «no sentí esa oleada de amor de la que hablaba la gente» y aseguró que la embargó una sensación de incredulidad. La madre primeriza recordó que lo único que podía pensar en aquel entonces es que su bebé le había costado más de 100 mil dólares.
«No hay una sola parte de esto que esté disfrutando. (…) No me permití pensar cómo sería realmente la vida con un bebé. Hubo momentos en que pensé que lo odiaba. Aunque realmente odiaba la situación y más que nada me odiaba a mí misma. (…) Me odiaba a mí misma porque había querido esto, así que no tenía a nadie a quien culpar, sino a mí», relató. Ahora, con el pasar de los años, la mujer asegura que cuando su hijo comenzó a sonreír y reír, ella empezó a sentir una fuerte alegría en lugar de miseria.
«No es peor… No es mejor, como los evangelistas de crianza quieren hacerte creer. Es simplemente diferente. Tal vez como madre infértil, con un pie en cada campamento, es inevitable que lo vea de esa manera», finalizó.