Dylan McCay y Emily Roberts eran una pareja común en Arkansas, Estados Unidos, con planes de boda a la vista. Su vida dio un giro inesperado cuando Dylan vio en Facebook un anuncio sobre un perro herido y abandonado cerca de su hogar. Este momento marcó el inicio de una serie de decisiones que cambiarían sus vidas para siempre.

El amor por los animales puede llevar a las personas a realizar actos sorprendentes, y para esta pareja, esa conexión fue más fuerte que cualquier otra cosa. Decidieron que su misión sería salvar a una perrita, a pesar de que esto significara gastar sus ahorros de toda la vida. Aunque este gesto podría parecer un sacrificio, Dylan y Emily no se arrepintieron ni un solo momento de su decisión.

Todo comenzó en Halloween, cuando la pareja se enteró de que un perrito había sido atropellado por un vehículo que luego se dio a la fuga. La mascota estaba cerca de su hogar, por lo que decidieron ir en su ayuda de inmediato. Emily, preocupada por el clima lluvioso de esa noche, preparó algunas toallas y junto con Dylan partieron hacia el lugar donde la perrita se encontraba.

Al llegar, la escena era desgarradora. La perrita, que tenía solo 10 meses, estaba gravemente herida, con las patas traseras llenas de sangre y sin poder moverse. Emily relató cómo la pequeña no mostró signos de dolor, sino que intentó arrastrarse hacia ella, apoyando su cabeza en su regazo. Fue un momento profundamente conmovedor para la pareja.

Rápidamente, McCay llevó a la perrita al Greenbriar Animal Hospital, donde un médico evaluó las heridas. La situación era grave: las patas de la perrita estaban fracturadas y una de ellas podría necesitar amputación. Además, la lluvia y el tiempo que había pasado en la calle podían haberle causado una infección. Sin embargo, la pareja decidió hacer todo lo posible para salvarla.

La perrita, llamada Acklin, no tenía chip ni placa de identificación, por lo que el costo del tratamiento recaía totalmente sobre la pareja. A pesar de que la suma ascendía a 7,000 dólares, Emily y Dylan no dudaron en usar sus ahorros para financiar los gastos médicos. Con el corazón lleno de esperanza, Emily compartió su historia en Facebook, pidiendo ayuda a quienes pudieran apoyar.

La respuesta fue abrumadora. En poco tiempo, la historia de la pareja se hizo viral, y las donaciones comenzaron a llegar. Con el apoyo de los usuarios de las redes sociales, lograron recaudar más de 39,000 dólares, lo que cubrió tanto los gastos médicos de Acklin como la restauración de los ahorros de la boda. Finalmente, Acklin se recuperó de sus heridas, y no fue necesario amputarle la pata como se había previsto. Dylan y Emily no solo salvaron a una vida, sino que también recibieron una gran lección de solidaridad.