En un incidente inusual en la ciudad de Akita, al norte de Japón, un oso irrumpió en un supermercado local, desatando el caos en su afán por saquear toda el área de carnes. Un infortunado trabajador de 47 años sufrió una lesión leve en la cabeza durante el altercado, que es parte de una creciente ola de encuentros entre osos y personas en el país, especialmente en las regiones montañosas del norte.
Según información de las autoridades locales, el oso ingresó al supermercado en las primeras horas de la mañana, generando revuelo entre los presentes. Aunque no se tienen detalles precisos sobre cómo logró acceder al establecimiento, se sabe que después de atacar al empleado, el oso se dedicó a causar estragos en la sección de carnes, derribando estantes y causando destrozos mientras avanzaba por el local.
A pesar de que el trabajador resultó herido, las autoridades informaron que sus lesiones no son de gravedad. Tras recibir atención médica en el lugar, fue trasladado a un centro médico donde se confirmó que se encontraba fuera de peligro. Afortunadamente, no se reportaron más víctimas ni heridos graves como consecuencia del incidente inusual.
Una captura complicada
A pesar de los esfuerzos desplegados para capturar al animal, el oso permaneció dentro del supermercado durante dos días más, llevando a las autoridades locales a implementar medidas extremas para su captura. Los agentes policiales ingresaron al establecimiento equipados con trajes de protección y escudos, y finalmente atraparon al oso en la zona de almacenamiento, donde colocaron una trampa con miel y manzanas para atraerlo.
El desenlace trágico ocurrió dos días después de la intrusión del oso, cuando las autoridades lo capturaron y sacrificaron. Según un portavoz del Ayuntamiento de Akita, consideraron al animal, de tamaño mediano y aproximadamente un metro de largo, un peligro para la comunidad debido a los daños que causó y la agresividad que mostró.
Este incidente, aunque sorprendente, es solo uno de muchos que se han registrado este año en la prefectura de Akita. El aumento de los encuentros entre osos y humanos en Japón ha sido una preocupación creciente, con un récord de ataques reportados el año pasado.
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