Enrique Alfaro renovó desde las Cruz Verde de Tlajomulco y Guadalajara hasta consolidar hoy en Jalisco el mejor sistema de salud en México
Inicia la historia dotando a Tlajomulco de servicios médicos prioritarios, los servicios de Salud en Tlajomulco eran deficientes, contaban con poco personal y sin atención las 24 horas, se emprendió un programa de inversión para ampliar centros de salud y una política de desconcentración de los servicios de atención médica, ambas acciones en coordinación con la Secretaría de Salud Jalisco. El programa de ampliación de centros de salud implicó una serie de obras en distintas localidades para reconstruir y remodelar las instalaciones, de tal manera que pudiera gestionarse la presentación del servicio de atención médica las 24 horas del día. Durante la gestión de Alfaro se mejoraron los Servicios Médicos de Tlajomulco, pues se reorientó el gasto con un programa de inversión y gestión de recursos que permitió dotar al municipio de ambulancias y equipo médico.
Al igual que Tlajomulco, Guadalajara estuvo en el olvido. Durante esos tres años se impulsó con presupuesto municipal y con la gestión de recursos, la mayor inversión en el rubro de salud de Guadalajara: casi 147 millones de pesos para renovar y equipar todas las unidades médicas municipales (Cruz Verdes), equivalente a 230 por ciento más de inversión que la suma de las tres administraciones pasadas. Además, fueron los primeros servicios médicos municipales certificados del país.
Y en Jalisco, primero la salud. En poco más de cinco años la refundación del sistema de salud comenzó de cero. A su llegada al Gobierno de Jalisco, Enrique Alfaro puso orden en el sistema de salud, destapando las redes de corrupción que hacían mal uso del dinero para la atención medica de los jaliscienses y llevó a proceso judicial a ex funcionarios del anterior gobierno.
En cinco años, el hoy mandatario pudo hacer posible lo imposible al duplicar el presupuesto en salud, dando soporte al sistema sanitario de Jalisco ante el precario crecimiento que tuvo el presupuesto federal. Hoy hay más centros de salud concluidos y certificados, y los ya existentes fueron renovados, además de que se crearon hospitales destinados para la mujer y otros proyectos que están en construcción como el Hospital Civil de Oriente y el Instituto Regional de Cancerología.
Además, Enrique Alfaro hizo posible, por ley, que todas las niñas, niños y adolescentes que padecen cáncer o diabetes infantil reciban atención gratuita universal, y para ofrecerles un espacio de primera se renovó el Centro de Atención Integral de Oncología y Hematología Pediátrica de los pisos 7 y 8 del nuevo Hospital Civil Juan I. Menchaca, y adicionalmente, para atender otro tema prioritario, se construyó la Unidad de Atención Integral a niñas, niños y adolescentes con quemaduras en el antiguo Hospital Civil.
Otro logro fue la basificación de trabajadores del sector salud, haciendo justicia laboral a las enfermeras, enfermeros, médicos, médicas y personal administrativo que por años prestaron sus servicios sin ni siquiera contar con las prestaciones mínimas y el debido reconocimiento a su trabajo.
El abasto de medicamentos en Jalisco es del 90 por ciento actualmente. Además, se han distribuido ambulancias entre los 125 municipios. El mejor acierto para mantener sólido el sistema de salud de Jalisco fue la decisión del Gobernador Enrique Alfaro de no entregarlo al extinto INSABI del Gobierno Federal y así poder lograr todas estas acciones y haber hecho frente a la pandemia de COVID-19 al tomar las mejores decisiones a nivel nacional, salvando miles de vidas.