La veneración a los Santos Reyes en Cajititlán, Jalisco, es una tradición que fusiona prácticas prehispánicas con la evangelización española, dando origen a una de las festividades más emblemáticas del estado.

Antes de la llegada de los españoles, los habitantes de Cajititlán rendían culto a la diosa Machis, a quien agradecían por las cosechas y pedían buenos temporales. Estas ceremonias se realizaban en enero, coincidiendo con la temporada de secas, y tenían lugar en la laguna de Cajititlán, donde se ofrecían ofrendas en canoas adornadas.

Con la llegada de los franciscanos en el siglo XVI, se buscó integrar estas prácticas a la fe católica. En 1587, el fraile Alfonso Ponce ordenó la talla de las imágenes de los tres Reyes Magos en madera de mezquite, consagrando la iglesia local a estos santos. Los pobladores adoptaron a los Reyes Magos como sus patronos, manteniendo la tradición de adornar sus canoas y realizar procesiones en la laguna, ahora con las figuras de Melchor, Gaspar y Baltazar.

Cada 7 de enero, miles de fieles participan en la procesión de las imágenes por las calles del pueblo y en su recorrido por la laguna en embarcaciones decoradas, una tradición que ha perdurado por más de tres siglos. La construcción de la Parroquia de los Santos Reyes comenzó en 1634, consolidando la integración de las tradiciones indígenas con las festividades cristianas.

Esta festividad no solo es un acto de fe, sino también una manifestación cultural que atrae a visitantes de diversas regiones, fortaleciendo la identidad y el sentido de comunidad entre los habitantes de Cajititlán.

La festividad de los Santos Reyes en Cajititlán, Jalisco, es una de las celebraciones más emblemáticas de la región, atrayendo a miles de fieles y visitantes cada año. En la edición de 2023, se registró una asistencia récord de más de 1.6 millones de personas durante los ocho días de festividades, que se llevaron a cabo del 1 al 8 de enero.

Para la celebración de 2024, las autoridades locales esperaban una afluencia similar, con estimaciones que rondaban el millón y medio de visitantes, incluyendo turistas, peregrinos y locales.

Es importante destacar que estas cifras pueden variar cada año dependiendo de diversos factores, como las condiciones climáticas, las medidas sanitarias vigentes y la organización de las festividades. Las autoridades municipales implementan operativos especiales para garantizar la seguridad y el bienestar de los asistentes, coordinando esfuerzos entre corporaciones municipales, estatales y federales.

La celebración de los Santos Reyes en Cajititlán no solo es un evento religioso de gran relevancia, sino también una manifestación cultural que fortalece la identidad de la comunidad y contribuye significativamente a la economía local, generando una derrama económica considerable durante el periodo festivo.