En Jalisco, la línea del 9-1-1 ha demostrado ser más que un simple canal de emergencias. Gracias a su colaboración estrecha con el 075, ambos sistemas han reforzado su papel como un apoyo emocional inmediato en situaciones críticas. En lo que va del año, estos servicios han atendido 1,421 llamadas por crisis emocional y 1,265 por intentos de suicidio, evidenciando la urgencia de su labor en la vida de miles de jaliscienses.
Para enfrentar este enorme desafío, los operadores y operadoras del 9-1-1 reciben una capacitación continua en primeros auxilios psicológicos, una herramienta vital que les permite brindar una atención de cercanía, escucha activa y acompañamiento. Estas habilidades no solo marcan la diferencia en la gestión de una crisis emocional, sino que también pueden ser decisivas entre la vida y la muerte.
El Sistema de Atención a la Salud Mental (SALME) complementa este esfuerzo con un seguimiento especializado para quienes lo necesitan. Este servicio, que opera las 24 horas del día, los 7 días de la semana, es gratuito y confidencial, ofreciendo ayuda a cualquier persona que lo solicite, sin importar su edad, sexo, condición social o económica.
El trabajo coordinado entre el 9-1-1, SALME, Escudo Urbano C5 Jalisco, y otros cuerpos de emergencia como policías, bomberos, Protección Civil Jalisco y servicios de urgencias médicas, es una muestra del compromiso de las autoridades para garantizar que ninguna persona en situación de crisis se sienta sola.
Esta labor es digna de admiración y reconocimiento. Sin importar la hora o el día, estos profesionales están siempre listos para ofrecer su apoyo, asegurando a los jaliscienses que hay siempre una forma de ayudarles. Su trabajo no solo es esencial en la resolución de emergencias físicas, sino también en la protección de la salud mental de la población, un aspecto cada vez más crucial en la vida moderna.