La Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas (AMACC) reunió a seis productores de largometrajes en el Festival Internacional de Cine en Guadalajara (FICG39) para discutir los desafíos y procesos de producción y distribución cinematográfica en el país. La mesa “Producción y distribución cinematográficas, experiencias desde las películas en competencia del FICG” contó con la participación de Paola Herrera (Los hijos de la costa), Juan Pablo Miquirray (Anillo de hombre muerto), Carlos Hernández Vázquez (Corina), Víctor Leycegui (No nos moverán), Mónica Velasco (El silencio de mis manos) y Julia Cherrier (Después).

Los productores compartieron las dificultades para obtener recursos, exacerbadas por cambios legales y económicos recientes. Julia Cherrier destacó la ventaja de contar con Ludwika Paleta en su elenco para atraer inversiones. Paola Herrera recibió apoyo del gobierno de Guanajuato, aunque su película se filmó en Oaxaca y Guerrero. Carlos Hernández Vázquez también obtuvo fondos de Guanajuato y Jalisco. Juan Pablo Miquirray señaló que conocer los criterios de selección de programas gubernamentales facilita el financiamiento.

Las películas abordadas tratan temas sociales y de protesta, como el movimiento estudiantil del 68 en No nos moverán de Víctor Leycegui y la marginación de personas no oyentes en El silencio de mis manos de Mónica Velasco. Todos los panelistas coincidieron en la necesidad de fomentar el consumo de cine nacional y de mejorar las políticas públicas para facilitar la creación y distribución de proyectos cinematográficos.

La productora Érika Ávila y los directores Roberto Fiesco y José Ramón Mikelajáuregui también participaron, abogando por una reestructuración de los fondos gubernamentales para apoyar la producción de cine de calidad en México.