Algo que se ha vuelto una práctica común, por la vida agitada, las preocupaciones
o por muchas causas más, es el consumo indiscriminado de medicamentos para
dormir. Entre los efectos secundarios se encuentran olvidar más rápido las cosas y
que adelgace el grosor de la corteza del cerebro, mientras que el consumo crónico
se relaciona con atrofia más rápida del cerebro, expresó Omar Cárdenas Sáenz,
médico adscrito al Servicio de Neurología del Antiguo Hospital Civil de
Guadalajara Fray Antonio Alcalde.

“De estos medicamentos en muchas ocasiones se abusa; se utilizan muy
ampliamente entre las personas que tienen insomnio. Lo primero que hacen es
acudir a un medicamento en lugar de cambiar estilos de higiene del sueño”, dijo.

Explicó que medicamentos como las benzodiacepinas, el clonazepam o
alprazolam están destinados a otra cosa, sin embargo, como uno de sus efectos
secundarios es producir sueño se utilizan de manera constante.

“En este aspecto la automedicación es frecuente; muchas veces porque le
funcionó al vecino, a la comadre, se piensa en utilizar estos medicamentos, sin
saber que pueden tener efectos secundarios a largo plazo”, declaró Cárdenas
Sáenz.

Explicó que en el caso de los adultos mayores que lo consumen por las noches y
se levantan en ese lapso, el medicamento les puede generar inestabilidad al
caminar y aumentar el riesgo de una caída.
“Además, la suspensión del consumo de estos medicamentos debe de ser de
manera gradual; son sustancias que no tendrían que utilizarse
indiscriminadamente”, alertó.

Recomendó que antes de recurrir a un medicamento o a un especialista es
importante hacer otros cambios en los hábitos, que van desde que la persona
duerma con la luz apagada y con el teléfono silenciado, lo que contribuirá a que
tenga una mejor calidad de sueño.

“Hacer actividad física, sobre todo por las mañanas, porque hacerlo por las tardes
o noches nos activa y nos puede quitar el sueño. Pero lo primero, cuando una
persona tiene un problema de sueño, es hacer cambios en el estilo de vida y más
adelante ver si se requiere un tipo de suplemento o medicamento, y no
automedicarse”, subrayó.

Añadió que al acudir a un médico de primer contacto se podrá identificar el
problema, ya que no todos los tipos de insomnio son iguales y no siempre es un
síntoma único, debido a que muchas veces el insomnio acompaña a un paciente
que tiene enfermedad de Parkinson, Alzheimer o es una manifestación de alguna
otra cuestión.

“En personas más jóvenes se vuelve más peligroso el consumo de estos
medicamentos por el hecho de que son sustancias que nos causan una adicción, y
sobre todo si no están indicados nos van a traer efectos secundarios”, señaló.

Cárdenas Sáenz compartió que existen otras sustancias que podrían ayudar a
inducir el sueño, como la melatonina, que es una sustancia natural o la quetiapina,
que tienen la función de inducir el sueño.

Foto: Adriana González