El Día Mundial de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer se conmemora cada año el 25 de noviembre. Esta fecha fue establecida por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1999, en honor a las hermanas Mirabal (Patria, Minerva y María Teresa), activistas políticas de la República Dominicana que fueron asesinadas el 25 de noviembre de 1960 por orden del dictador Rafael Trujillo.
El día busca generar conciencia sobre las diversas formas de violencia que enfrentan las mujeres y niñas en todo el mundo y promover acciones para su erradicación. Además, marca el inicio de los 16 días de activismo contra la violencia de género, que culminan el 10 de diciembre, Día de los Derechos Humanos.
En México, esta fecha se adoptó para visibilizar y enfrentar la alarmante violencia de género que afecta al país, donde los feminicidios y diversas formas de agresión contra las mujeres son problemas críticos.
México integró este día como parte de un esfuerzo global para abordar la violencia contra las mujeres y las niñas, apoyado por marcos legales como la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia. Esta ley coordina acciones entre niveles de gobierno para prevenir, atender y sancionar esta problemática, mientras que campañas de sensibilización buscan involucrar a la sociedad civil.
En los últimos años, el 25 de noviembre ha sido marcado por marchas y actos simbólicos en las principales ciudades mexicanas. Las protestas suelen denunciar la impunidad y la falta de acción efectiva ante los feminicidios, además de exigir justicia para las víctimas. Los contingentes feministas decoran espacios públicos con cruces rosas y grafitis, y a menudo enfrentan la militarización de áreas clave como el Palacio Nacional.
La violencia estructural y el incremento de los feminicidios han radicalizado estas movilizaciones. Por ejemplo, el uso de colores como el morado, el verde (por la lucha por derechos reproductivos) y el naranja (color oficial contra la violencia de género) simbolizan demandas de cambio social urgente. Además, la iluminación de monumentos públicos y acciones legislativas acompañan estos eventos para visibilizar el problema.
Aunque se han logrado avances en la legislación y en la promoción de la conciencia pública, la violencia de género sigue siendo una de las mayores crisis en México. Organismos como la CNDH y la ONU destacan la necesidad de fortalecer el acceso a la justicia, la educación con perspectiva de género y políticas de protección más eficaces. Las marchas del 25N y la participación ciudadana continúan siendo esenciales para mantener el tema en la agenda pública y política del país