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Origen de la Romería a Zapopan y la llegada de la Virgen a Jalisco

12/10/2024 - Hace 3 horas en Jalisco Estado

Origen de la Romería a Zapopan y la llegada de la Virgen a Jalisco

Local | 12/10/2024 - Hace 3 horas
Origen de la Romería a Zapopan y la llegada de la Virgen  a Jalisco

La imagen de la Virgen de Zapopan, una de las devociones más antiguas y veneradas en México, está profundamente ligada a la historia de la región. La tradición sostiene que la imagen fue traída por fray Antonio de Segovia, un fraile franciscano que llegó a la Nueva Galicia (hoy Jalisco) a principios del siglo XVI para evangelizar a los pueblos indígenas.

Fray Antonio de Segovia, inspirado por el deseo de difundir la fe católica, encontró en la imagen de la Virgen María un símbolo poderoso para fortalecer el proceso de evangelización. Se dice que la pequeña escultura de la Virgen fue tallada en madera y traída desde Michoacán o Ciudad de México hacia 1541. La imagen mide poco más de 30 centímetros de altura y presenta a María con un manto azul y un rostro sereno, típico de la representación mariana de la época.

La Virgen fue acogida rápidamente como protectora por los pueblos indígenas y colonos españoles de la región. La devoción se consolidó cuando los habitantes locales atribuían su protección durante conflictos y enfermedades a la intervención de la Virgen. En particular, su fama como «pacificadora» se fortaleció durante la rebelión de los indígenas caxcanes en la Guerra del Mixtón, una serie de revueltas ocurridas entre 1540 y 1542 en el actual Jalisco y Zacatecas. La Virgen de Zapopan fue considerada una mediadora que ayudaba a restaurar la paz y la estabilidad.

La Virgen fue llevada a distintos pueblos y comunidades de la región para difundir la fe y para pedir la protección de las cosechas, en una práctica que más tarde se formalizaría como la «peregrinación» o «visita» de la Virgen.

La tradición de la Romería a Zapopan se remonta a 1734. El 13 de junio de ese año, el obispo de Guadalajara, Juan de Santiago León Garabito, formalizó el título de la Virgen como Generala de las Armas de Nueva Galicia, y desde entonces la imagen se convirtió en la protectora oficial del estado y sus tropas. Como parte de esta devoción, comenzó a desarrollarse la costumbre de llevar la imagen en procesión desde la catedral de Guadalajara hasta su santuario en Zapopan. Este acto simbolizaba tanto la protección divina como el agradecimiento a la Virgen por los favores recibidos.

El recorrido de la Virgen de Zapopan se institucionalizó cuando las autoridades religiosas y los fieles decidieron que cada año, tras el temporal de lluvias, la Virgen regresaría en una procesión solemne desde Guadalajara hasta su santuario en Zapopan. La Virgen pasaba varios meses del año recorriendo las parroquias de la ciudad para bendecir los cultivos y rezar por la prosperidad y la paz. La Romería marcaba el fin de este ciclo de visitas y el retorno de la Virgen a su hogar.

Durante los primeros siglos, la Romería tenía un carácter eminentemente religioso y local, enfocándose en la gratitud por las lluvias que garantizaban buenas cosechas. Sin embargo, con el tiempo, la celebración adquirió un tinte cultural y social más amplio, involucrando a todo el estado y convirtiéndose en una de las tradiciones más representativas de Jalisco.

La Romería a Zapopan es una mezcla de fervor religioso y tradición popular que atrae cada año a miles de peregrinos. El evento ocurre el 12 de octubre, día de la Virgen del Pilar, cuando la imagen de la Virgen es acompañada por danzantes, músicos, fieles y autoridades eclesiásticas en su recorrido de más de 8 kilómetros, desde la Catedral de Guadalajara hasta la Basílica de Zapopan.

En el trayecto, los danzantes realizan bailes tradicionales como el de los «tastoanes» y las «matachines», herencias culturales que datan de la época colonial y representan tanto la resistencia indígena como la aceptación del cristianismo. La Romería también es una oportunidad para que los artesanos locales y las comunidades indígenas participen en la festividad, vendiendo artesanías y organizando eventos paralelos.

Aunque el núcleo de la Romería sigue siendo el agradecimiento por la lluvia y la protección de la Virgen, su significado ha crecido para representar la identidad cultural de Jalisco. En 2018, la Romería de Zapopan fue declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO, reconociendo su importancia como una tradición viva que mezcla la fe, la cultura y la historia.

Hoy en día, la Virgen de Zapopan es vista como la protectora de los más necesitados, de los enfermos, y de aquellos que buscan consuelo espiritual. Su figura ha trascendido los límites religiosos para convertirse en un símbolo cultural y unificador para los habitantes de Jalisco y la diáspora jalisciense en todo el mundo.

La Romería sigue siendo una celebración masiva, donde la religiosidad se combina con la festividad, reflejando el orgullo y la tradición de un pueblo que mantiene vivas sus raíces mientras avanza hacia el futuro.

La devoción a la Virgen de Zapopan y la tradición de la Romería son parte esencial del patrimonio religioso y cultural de Jalisco. Desde su llegada en el siglo XVI, la Virgen ha sido símbolo de protección y esperanza, mientras que la Romería ha evolucionado desde una simple procesión religiosa hasta una celebración de identidad y orgullo jalisciense. Ambos fenómenos continúan siendo relevantes para los fieles y para quienes celebran la historia y cultura de la región.

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