La semana que concluye marca un punto de inflexión en la gestión de residuos de la capital jalisciense. La presidenta municipal, Verónica Delgadillo, y el Cabildo tapatío decidieron poner fin a la relación con la empresa Caabsa Eagle, que durante tres décadas manejó el tratamiento de basura en el municipio.
La decisión llega tras años de quejas de los habitantes por la acumulación de montones de basura en distintos puntos de la ciudad, una situación que, según las autoridades, se había vuelto insostenible. La nueva administración municipal implementó un programa estratégico para asumir la recolección y tratamiento de residuos con recursos propios.
En los primeros dos días de operación, el municipio recolectó 2,700 toneladas de basura, logrando atender el 93% de las colonias de la ciudad. Según declaraciones de la presidenta Delgadillo, “nunca en la historia de Guadalajara se había recogido tanta basura en un solo día”.
Este logro fue posible gracias al esfuerzo de los trabajadores y el equipo encargado del servicio, quienes comenzaron a trazar el camino hacia una Guadalajara más limpia.
A través de sus redes sociales, Verónica Delgadillo agradeció a los trabajadores municipales y pidió paciencia a la ciudadanía mientras se consolidan las operaciones del nuevo sistema.
“Estamos dando los primeros pasos. Les pedimos su ayuda y paciencia para hacer posible #LimpiaGuadalajara”, expresó.
La ruptura con Caabsa Eagle no solo representa un cambio administrativo, sino también una oportunidad para que Guadalajara implemente un modelo de gestión de residuos más eficiente y sostenible. La administración busca garantizar un servicio que responda a las necesidades de la población y que, al mismo tiempo, cumpla con estándares ambientales modernos.
Con este nuevo inicio, Guadalajara aspira a recuperar la confianza de los habitantes y posicionarse como una ciudad que prioriza el bienestar de sus ciudadanos y el cuidado del entorno.
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