La Sierra de Vallejo-Río Ameca, declarada Área Natural Protegida (ANP) el pasado 8 de enero de 2024, enfrenta retos significativos debido a la falta de un reglamento operativo y estrategias claras para su conservación. A pesar de proteger 225 mil hectáreas, la zona carece de acciones concretas que regulen su uso y garanticen su preservación, denunció el doctor Bartolo Cruz Romero, investigador del Centro Universitario de la Costa (CUCosta) de la UdeG.
El especialista subrayó que es frecuente que administraciones gubernamentales decreten ANPs sin proporcionar los recursos necesarios para su manejo.
“Decretar es fácil, pero implementar un plan operativo implica presupuesto, organigramas, personal técnico y herramientas para abordar problemas ambientales, sociales y económicos, además de la regulación de actividades como la extracción minera o el desarrollo agrícola”, explicó Cruz Romero.
El investigador señaló que casos como el Estero El Salado, decretado ANP hace 24 años y aún sin una operación consolidada, reflejan la falta de continuidad en la conservación de estos espacios.
La construcción de la Vía Corta Guadalajara-Puerto Vallarta, que reduce el trayecto de 333 a 186 kilómetros atravesando la Sierra de Vallejo-Río Ameca, es un ejemplo de los desafíos que enfrentan los ecosistemas de la región.
Desde su inicio en 2011 hasta su conclusión en marzo de 2024, la autopista ha generado problemas como la pérdida de conectividad de los ecosistemas, afectando a especies como el jaguar, que depende de corredores naturales para su desarrollo.
Además, la obra impacta el ciclo hidrológico, ocasionando deslaves, cambios en los cursos de agua y escorrentía superficial. También pone en riesgo a la flora local, como los huizaches y capomos, al limitar su intercambio genético.
Cruz Romero advirtió sobre los efectos de un mayor flujo turístico en la región, impulsado por la reducción en tiempos de traslado. Este incremento podría saturar servicios públicos, generar contaminación y alterar los ecosistemas.
Asimismo, destacó el posible impacto sociocultural, pues el turismo masivo puede modificar la percepción de Puerto Vallarta, afectando tanto su biodiversidad como la identidad local.
El especialista hizo un llamado a las autoridades para desarrollar e implementar un plan operativo que permita atender las problemáticas de conservación, uso y desarrollo sostenible del ANP.
“No basta con decir ‘soy verde’. Es buena la declaratoria, pero ¿dónde está el manejo? ¿Dónde está el plan para administrar esas áreas protegidas?”, cuestionó.
La Sierra de Vallejo-Río Ameca representa un ecosistema vital para la biodiversidad y el equilibrio ambiental de la región; sin embargo, su preservación depende de acciones concretas y seguimiento gubernamental.