Durante el tercer debate presidencial, Claudia Sheinbaum, la candidata de la coalición Morena-PT-PVEM, no desaprovechó la oportunidad para recordar uno de los episodios más trágicos de la historia reciente de México: la masacre estudiantil del 2 de octubre de 1968 (masacre de Tlatelolco).

Desde el inicio de su intervención, Sheinbaum hizo alusión a la represión estudiantil ocurrida en ese mismo lugar hace más de cinco décadas. ‘Nos encontramos en Tlatelolco, donde ocurrió uno de los episodios más dolorosos de la historia de México: la represión del 2 de octubre, cuando un presidente priista ordenó la represión y el asesinato de jóvenes que luchaban por la libertad’, declaró con voz solemne.

Sheinbaum crítica al ‘PRIAN’ y defiende el proyecto de Morena

Sheinbaum no se detuvo ahí y aprovechó la coyuntura para lanzar una dura crítica a la alianza opositora conformada por el PRI, PAN y PRD, a la que se refirió como el ‘PRIAN’. «56 años después, nos encontramos aquí, con el mismo ‘PRIAN'», expresó, estableciendo un vínculo entre los gobiernos emanados de esos partidos y la represión de 1968.

Sin embargo, la candidata de Morena también defendió el proyecto de su partido, afirmando que ellos, ‘aquellos jóvenes, hijos y nietos del 68, junto con millones de mexicanos, construimos un país más justo’.

La masacre de Tlatelolco, una herida abierta

Al evocar la masacre de Tlatelolco, Sheinbaum tocó una fibra sensible en la memoria colectiva de los mexicanos. El 2 de octubre de 1968, durante una manifestación estudiantil en la Plaza de las Tres Culturas, el ejército y las fuerzas de seguridad abrieron fuego contra los manifestantes, dejando un saldo de muertos y desaparecidos que aún hoy sigue siendo objeto de controversia.

Este trágico episodio marcó un antes y un después en la historia de México, y su mención en el debate presidencial no sólo recuerda una herida abierta, sino que también evoca los reclamos de justicia y libertad que motivaron a aquellos jóvenes estudiantes hace más de medio siglo.

Un debate cargado de simbolismo y memoria histórica

Al elegir el CCUT como sede del tercer debate, los organizadores ya habían cargado el evento de un profundo simbolismo. Sin embargo, las palabras de Sheinbaum elevaron aún más la carga simbólica y emocional del encuentro, convirtiendo el escenario en un espacio de memoria y reivindicación histórica.

Más allá de las propuestas y los ataques entre candidatos, el tercer debate presidencial se convirtió en un espacio para reflexionar sobre el pasado y el futuro de México, donde la sombra de Tlatelolco se cernió como un recordatorio de las luchas y sacrificios que han marcado el camino hacia la democracia y la justicia en el país.

#DebateINE I "Un presidente priista ordenó el as*sinato de jóvenes que luchaban por la libertad": @Claudiashein recuerda la represión del 2 de octubre del 68 durante el tercer debate presidencial. pic.twitter.com/P1jS8nCJRe

— Político MX (@politicomx) May 20, 2024

También te puede interesar: 

• INE e INALI traducen el Tercer Debate Presidencial en tres lenguas indígenas nacionales.