Erik Rauda, ​​reconocido abogado y representante legal del influencer Fofo Márquez, ha sorprendido a la opinión pública al anunciar su decisión de abandonar la defensa en el caso de tentativa de feminicidio en el que está involucrado su cliente. A través de un video publicado en su cuenta de Instagram, Rauda explicó los motivos detrás de esta arrepentida renuncia, generando un gran revuelo en las redes sociales.

El caso de Fofo Márquez ha sido objeto de intensa atención mediática desde que salió a la luz que golpeó a la señora Edith ‘N’ en un estacionamiento después de un altercado automovilístico en abril de 2024. Recientemente, el influencer rechazó un procedimiento abreviado en el juicio, lo que añadió más complejidad al caso y aumentó la presión sobre su defensa.

Cuando se supo que Erik Rauda había decidido dejar de representar a Fofo, las especulaciones sobre las razones detrás de esta determinación empezaron a circular. Fue solo este martes que el propio abogado decidió aclarar la situación, revelando detalles impactantes sobre las diferencias estratégicas que provocaron su salida.

Diferencias estratégicas y desacuerdos con la familia de Fofo Márquez

Según Rauda, ​​su propuesta de defensa consistía en llevar el caso a la justicia federal en lugar de continuar en el sistema judicial local del Estado de México, donde se estaba desarrollando el juicio. A pesar de haber presentado un amparo para trasladar el caso a instancias federales, la familia de Márquez no estuvo de acuerdo con esta estrategia, lo que desencadenó un conflicto en el enfoque legal del caso.

«Platicamos y creemos que lo mejor o lo más conveniente era que yo ya no continuara y esto en especial fue por una sola razón, la estrategia. La estrategia que yo estaba planteando no fue lo que ellos buscaban, era una estrategia muy focalizada a dejar que el asunto no estuviera en manos de la justicia local», comentó el abogado en su video explicativo.

Además, Rauda hizo hincapié en su firme oposición a llevar el caso a juicio, considerando que esta era una decisión arriesgada que podía poner en peligro los intereses de su cliente. «Yo considero que en el caso concreto de Rodolfo no es necesario el juicio, de hecho el juicio lo pone en un riesgo alto y eso es lo que yo quería evitar, los riesgos», agregó.

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