El gobernador de Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla, anunció este lunes 21 de abril que ya se ha iniciado una investigación sobre los hechos ocurridos en el municipio de Huajúmbaro, donde, durante el Sábado de Gloria del 19 de abril, varios habitantes fueron captados interactuando con presuntos miembros del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).

En los videos difundidos en redes sociales, se observa a ciudadanos del lugar arrojar cubetas de agua a más de una docena de hombres armados que viajaban en camionetas, mientras de fondo se escuchaba música en vivo. Esta interacción, que aparentemente formaba parte de las festividades tradicionales de Semana Santa, generó controversia debido a la presencia de sujetos armados identificados con el CJNG.

El gobernador Ramírez Bedolla condenó estos hechos durante una conferencia de prensa, calificándolos como parte de una estrategia de los grupos criminales para acercarse y ganarse la simpatía de la población civil. “Esto ocurrió. Sí tenemos confirmada la información. Es parte de la misma estrategia de la delincuencia, de los narcotraficantes, de hacerse propaganda, de hacerse ver como cercanos a la gente. Pero es todo lo contrario”, señaló el mandatario estatal.

Ramírez Bedolla también expresó su preocupación por la forma en que los pobladores interactúan con miembros de organizaciones criminales, señalando que estos grupos están involucrados en actividades como el secuestro, la extorsión, las desapariciones forzadas y otros delitos. “Esos pueblos, los mismos que están ahí jugando con el tema del agua, son los que los extorsionan, los que secuestran, asesinan, levantan, desaparecen. Es una tragedia. Es trágico que estés festejando a tus propios captores, a tus propias verdugos. Es terrible”, afirmó.

El mandatario también hizo hincapié en que estos actos podrían considerarse como apología del delito, ya que los grupos del crimen organizado buscan utilizar estos momentos de festividad para hacer propaganda y fortalecer su presencia en las comunidades. “Lo que pretenden los grupos de la delincuencia es eso; es un tema propagandístico”, agregó.

Los hechos ocurrieron en la carretera San José-Huajúmbaro, cerca de la parroquia San Isidro Labrador, y aunque no se registraron actos violentos durante el evento, la interacción entre los pobladores y los presuntos miembros del CJNG ha generado críticas por la normalización de la presencia de organizaciones criminales en algunas comunidades de Michoacán. La situación refleja la “base social” que ciertos cárteles, como el CJNG, han logrado establecer en diversas localidades del estado, con el fin de ganar apoyo de la población civil.

A pesar de la ausencia de violencia directa en el incidente, el gobierno estatal y las autoridades locales han comenzado a investigar lo sucedido, con el objetivo de evitar que este tipo de situaciones se repitan y fortalecer la seguridad en la región.

Y en el México surrealista y de impunidad, habitantes de Huejúmbaro, Michoacán vitorearon y bañaron con agua y bebidas alcohólicas a un convoy de sicarios armados del CJNG.
Se trató de una festividad en Sábado de Gloria.
No se observó presencia de autoridades, según asistentes. pic.twitter.com/HeU02CPE4U

— Jesús Rubén Peña (@revistacodigo21) April 20, 2025

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