En un discurso ante el Consejo Nacional, Alejandro Moreno Cárdenas, líder del Partido Revolucionario Institucional (PRI), sorprendió al denunciar que existen militantes del partido vinculados al asesinato del político Luis Donaldo Colosio en 1994. Esta denuncia, realizada en un acto que busca transparencia y rendición de cuentas, destapó una de las heridas más profundas en la historia reciente del PRI, señalando a «traidores cínicos y lacayos» que han debilitado al partido.

Moreno subrayó que el PRI no protegerá a los implicados y exigió claridad absoluta en este caso. En un movimiento que promete cambiar la estructura interna del partido, anunció el fin de las «vacas sagradas» y condenó las acciones desleales que han comprometido la integridad y reputación del PRI a lo largo de los años. Este pronunciamiento marca un punto de inflexión, mostrando una firme voluntad de erradicar la corrupción y las traiciones dentro del partido.

Críticas al gobierno actual y reafirmación de la oposición  por parte del PRI

El líder priista también lanzó fuertes críticas contra el gobierno actual, al que acusó de autoritarismo y ejercer represión contra el PRI y sus miembros. A pesar de los recientes retrocesos electorales, Moreno aseguró que el PRI mantendrá una oposición sólida y clara, resistiendo cualquier intento del gobierno de socavar o absorber al partido. Su discurso refuerza la posición del PRI como una fuerza de oposición en defensa de sus principios.

En otro frente de batalla, el líder priista anunció la postura del PRI contra la reforma al Poder Judicial propuesta por el gobierno, defendiendo la independencia judicial y rechazando cualquier medida que atente contra su autonomía. Concluyó su intervención registrando los logros históricos del PRI, como la creación de importantes instituciones sociales y de infraestructura.

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