En una conferencia matutina en Palacio Nacional, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, expresó su aprobación sobre las negociaciones realizadas por obispos de Guerrero con líderes de grupos criminales para buscar una tregua en medio de la ola de violencia que ha azotado a la entidad en las últimas semanas.
El mandatario destacó la importancia de que todos los sectores de la sociedad contribuyan a alcanzar la paz, aunque dejó en claro que es responsabilidad del gobierno garantizar la tranquilidad en el país.
«Siempre los sacerdotes, pastores, integrantes de todas las iglesias participan, ayudan en la pacificación del país. Lo veo muy bien», afirmó. Sin embargo, también enfatizó que estos acuerdos no deben implicar impunidad, privilegios o licencias para cometer actos delictivos.
El presidente señaló que tiene conocimiento de este tipo de negociaciones promovidas por la Iglesia católica en otras zonas violentas del país, como Michoacán. Aunque reconoció la labor de quienes trabajan por la paz, hizo hincapié en la importancia de no permitir que se establezcan acuerdos que favorezcan la criminalidad.
Por su parte, José de Jesús González, obispo de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa, reveló previamente que él y otros tres obispos de Guerrero sostuvieron reuniones con líderes criminales en un intento de buscar una tregua en la entidad. Sin embargo, lamentó que los grupos delictivos se negaran a ceder sus territorios debido a su deseo de mantener el control y obtener ganancias a través de la extorsión.
Dado este escenario, el obispo González destacó la necesidad de buscar otras formas de mediación y ofrecer soluciones alternativas. El compromiso de la Iglesia católica en la búsqueda de la paz ha sido evidente en diversas regiones del país, y en Guerrero no es la excepción.