Con el inicio del regreso a clases de millones de niños y adolescentes en el país, senadores del Partido del Trabajo (PT) solicitaron a las autoridades de la Secretaría de Educación Pública (SEP), la Procuraduría Federal del Consumidor (PROFECO) y la Secretaría de Salud tomar medidas urgentes para frenar la venta de comida «chatarra» en las escuelas y sus alrededores.
Las senadoras Geovanna Bañuelos, Cora Pinedo Alonso y Martha Márquez han hecho un llamado a la SEP para restringir la venta de alimentos ultraprocesados con alto contenido calórico y bebidas azucaradas dentro de los planteles educativos de nivel básico y medio superior. Este esfuerzo se centra en combatir los problemas de obesidad y desnutrición que afectan a la niñez y adolescencia en el país.
En un punto de acuerdo presentado a la Comisión Permanente, los legisladores del PT también han instado a la SEP a continuar implementando medidas que fomenten una alimentación saludable en todos los niveles educativos, haciendo hincapié en la importancia de una buena alimentación y las consecuencias para la salud de no seguirla.
«La obesidad infantil en México se ha convertido en una epidemia que amenaza la salud y el bienestar de las futuras generaciones. Este problema de salud pública requiere una atención integral y multidisciplinaria para revertir la tendencia y garantizar un futuro más saludable para los niños y niñas mexicanos», enfatizó Geovanna Bañuelos, coordinadora del PT.
Según datos de la plataforma Mi Escuela Saludable, durante el ciclo escolar 2023-2024, el 95.2% de las escuelas en la Ciudad de México permitían la venta de alimentos de alto contenido calórico, ultraprocesados y bebidas azucaradas, a pesar de las regulaciones existentes.
«La plataforma recibió mil 184 reportes de 774 escuelas de la Ciudad de México que no cumplen con los Lineamientos Generales para el Expendio de Alimentos y Bebidas en los Establecimientos de Consumo Escolar en Educación Básica», señaló Bañuelos.
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