Un sujeto que se encontraba listo para testificar en contra de Rubén Oseguera González, conocido como El Menchito, fue asesinado en México, presuntamente para evitar que testificara en contra del hijo de Nemesio Oseguera Cervantes, alias El Mencho, líder del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
La Fiscalía estadunidense ha confirmado que dos agentes de seguridad mexicanos también están preparados para testificar en el juicio contra Oseguera González, en el marco de un proceso por cargos de narcotráfico y posesión de armas de fuego con fines ilícitos relacionados con el tráfico de drogas.
Sin embargo, la represalia ha cobrado la vida de dos posibles testigos, siendo uno de ellos asesinado para evitar su declaración en la Corte de Distrito del Distrito de Columbia. Ante esta situación alarmante, la Fiscalía de Estados Unidos ha solicitado protección para los testigos, pidiendo que puedan presentarse con seudónimos o iniciales durante el juicio previsto para septiembre de este año.
La seguridad de estos testigos es una prioridad, especialmente porque se trata de dos autoridades de seguridad mexicanas cuyas vidas corren peligro debido a las represalias del CJNG.
Antecedentes del CJNG
El contexto de violencia generada por este cártel es evidente, con antecedentes preocupantes como el intento de asesinato del entonces secretario de Seguridad Pública de Jalisco en 2018, Luis Carlos Nájera; y el atentado contra el secretario de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México en junio de 2020, Omar García Harfuch, ambos atribuidos al CJNG.
Incluso, un juez federal mexicano que lideró el caso de El Menchito en México y ordenó su traslado a una prisión de máxima seguridad en 2018 fue asesinado en 2020. Ante ello, las autoridades estadounidenses han destacado la importancia de proteger a los testigos y garantizar su seguridad durante el proceso judicial, considerando los riesgos que enfrentan por colaborar con la justicia en este caso.
Aunque no hay evidencia directa que vincule al acusado con estos asesinatos, la realidad de la violencia que rodea al CJNG es un hecho. El asesinato del exgobernador de Jalisco, Aristóteles Sandoval, en 2020, a manos de sicarios del CJNG, es una muestra más de la brutalidad y el desafío que representa este cártel para la autoridad y la seguridad en México.