A su ingreso a Oaxaca, la caravana de entre mil 500 a 2 mil migrantes que busca cruzar México para llegar a Estados Unidos ha reportado ser víctima del rechazo y abandono de las autoridades, así como de actos xenófobos por parte de dos presidentes municipales morenistas de la región del Istmo de Tehuantepec.

Ulises Ortiz, quien encabeza la caravana, denunció ante medios de comunicación que ninguna autoridad mexicana les ha proporcionado vigilancia, servicios médicos, agua o alimentos; en cambio, los agentes del Instituto Nacional de Migración (INM) los detienen una y otra vez, quitándoles los pocos recursos con los que cuentan para llegar a su destino.

Los migrantes aseguraron que además de las extorsiones de los agentes migratorios, enfrentan abusos de taxistas y mototaxistas, quienes les cobran entre 500 y mil pesos por trasladarlos, mientras que a los locales les cuestan entre 20 y 50 pesos.

Durante su previa estancia en San Pedro Tapanatepec, los migrantes denunciaron que pernoctaron en una pequeña estancia del DIF municipal con sólo dos baños que fueron insuficientes; tampoco se les brindó agua ni alimento. Estas declaraciones ponen en entredicho al edil Humberto Parrazales (Morena, quien aseguró que la comunidad estaba lista para brindarles apoyo.

Ortiz aseguró que en su paso por Santo Domingo Zanatepec, los policías a impidieron el paso de la caravana a su territorio, pues la presidenta municipal Tania Isabel Escobar, de Morena, les aseguró que el pueblo no quería que entraran.

A esto se suma la actitud del presidente municipal de Niltepec, Froylan Medina, también de Morena, quien a través de un video en Facebook pidió a los habitantes tener precaución ante la llegada de los extranjeros, dado que tanto venía gente “buena como gente no tan buena”.