El Gobierno de la Ciudad de México dio un paso importante en la lucha contra la violencia de género al publicar en la Gaceta Oficial de este lunes la «Ley Malena». Esta nueva legislación, que lleva el nombre en honor a María Elena Ríos Ortiz, sobreviviente de un intento de feminicidio, castiga los ataques con ácido u otras sustancias químicas con penas de entre ocho y 12 años de prisión. En los casos en que las lesiones causen daños permanentes, serán considerados como tentativa de feminicidio.

La «Ley Malena» fue aprobada el pasado 8 de febrero en el Congreso de la Ciudad de México y también contempla la creación de un registro de víctimas de agresiones con ácido y otras sustancias químicas. El objetivo de este registro es generar políticas públicas efectivas en contra de este tipo de delito que afecta principalmente a mujeres.

Esta nueva legislación implica modificaciones a la Ley de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia de la Ciudad de México y al Código Penal local. Se reformaron diversas fracciones y se añadieron artículos específicos para abordar la violencia ácida con el fin de garantizar la protección de las mujeres.

María Elena Ríos agradeció el apoyo

La saxofonista, activista y sobreviviente a un ataque con ácido, reaccionó a la aprobación de la Ley Malena, nombrada así en honor a su lucha contra la violencia ácida. En su discurso destacó que la aprobación de la iniciativa en la Ciudad de México servirá como referente en el resto de país, donde espera que también sea aprobada.

“Es un día histórico no sólo para la Ciudad de México, sino para todo el país porque este lugar es un referente importante para todos los estados de la República. El día de hoy quiero agradecer a las compañeras sobrevivientes que han participado y que con su vida propia han puesto muchísimo de su parte en sobrevivir día con día después de tanta inoperancia, tanta injusticia, tanta corrupción, tanta indolencia de la sociedad”, dijo.

Ataques con ácido en México

La Fundación Carmen Sánchez estima que en las últimas dos décadas hubo 28 ataques con ácido. En el 85% de los casos el autor intelectual fue un hombre, 5 de los agresores eran parejas sentimentales de la víctima y 11 exparejas.

La organización sin fines de lucro destaca que el 94% de estos delitos están impunes, debido en parte a que en la legislación este delito está tipificado como lesiones, cuando se trata de un intento de feminicidio.

La violencia ácida tiene efectos en la salud, como la deformación permanente de su cuerpo, intervenciones quirúrgicas y estéticas y riesgo de contraer infecciones. Pero también psicológicos y sociales como miedo, ansiedad, depresión, pérdida del empleo, rechazo de la familia y/o la sociedad y en algunos casos dependencia de terceros para realizar actividades cotidianas.