En la época navideña, los hogares mexicanos se preparan para celebrar la tradición de la Rosca de Reyes, un pan dulce emblemático que marca el cierre de las festividades con la llegada de los Reyes Magos.

Este manjar, compartido entre familias, amigos y colegas, va más allá de sus ingredientes; es un símbolo de unión y alegría que refleja la esencia de la cultura culinaria de México. Sin embargo, uno de sus ingredientes históricos, el acitrón, ha sido prohibido gradualmente debido a su conexión con la amenaza de extinción de ciertas especies de cactus nativas de México y América.

El acitrón, un dulce confitado de biznaga, ha sido un componente clave en la gastronomía mexicana a lo largo de los años, utilizado no solo en la Rosca de Reyes, sino también en tamales, chiles en nogada, chiles en relleno y pavos navideños. No obstante, la creciente conciencia ambiental ha llevado a reconsiderar su uso, ya que la producción de acitrón pone en peligro la supervivencia de la biznaga, un cactus globoso.

Manuel Jonapá, biólogo y director del Jardín Botánico de Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, explicó que, aunque en regiones como el norte de México el acitrón tiene una tradición arraigada, en Chiapas, donde la tradición es menos común, el acitrón no despierta la misma demanda y otros dulces locales han tomado su lugar.

La Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) restringió el consumo de acitrón en 2021 debido a la amenaza que representa para la biznaga, y la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) realiza operativos para frenar el tráfico ilegal de especies de vida silvestre.

A pesar de las normativas y las penalizaciones, la venta ilegal de acitrón persiste en los mercados de México, aunque su presencia en las roscas ha disminuido. Para preservar las tradiciones de la Rosca de Reyes sin poner en riesgo las especies en peligro de extinción, se ha prohibido el uso del acitrón en su elaboración. Alternativas como el até de guayaba, dulce de higo o coco son sugeridas por Jonapá como opciones que comparten similitudes con el acitrón y podrían ser utilizadas en su lugar.

La protección de la biznaga, una planta con un crecimiento lento y una longevidad de hasta 300 años, es fundamental para garantizar su conservación y evitar su extinción.

Con la prohibición del acitrón en la Rosca de Reyes, se busca concientizar sobre la importancia de preservar las especies de cactus nativas de México y el continente americano, promoviendo alternativas sostenibles que mantengan viva la tradición sin dañar el medio ambiente.

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