En México, la llegada del aguinaldo suele ser un alivio para muchas familias, sin embargo, este año la situación presenta un panorama preocupante. Según una encuesta realizada por Kardmatch, plataforma líder en productos financieros, solo el 55% de la población contará con esta prestación, la cual debería ser universal entre los trabajadores formales.
Este dato deja en evidencia la precariedad laboral en la que se encuentran millones de mexicanos, quienes trabajan en la informalidad o de manera independiente, quedando excluidos de este derecho que está consagrado desde 1970.
Uso del aguinaldo
Pero no solo es preocupante la falta de acceso al aguinaldo, sino también su uso. Según la misma encuesta, el 40% de quienes sí recibirán esta prestación ya tienen comprometido este ingreso para saldar deudas.
Mientras que solo el 26% planea destinar parte de su aguinaldo al ahorro. Otros usos reportados incluyen gastos de fin de año (18%), compra de muebles y electrodomésticos (10%), y viajes (7%).
Joel Cortés, director de Kardmatch, destaca que la facilidad para acceder a créditos en México ha fomentado una cultura de consumo insostenible. La proliferación de aplicaciones de préstamos inmediatos y una competencia agresiva han llevado a muchas personas a sobreendeudarse y depender del aguinaldo para estabilizar sus finanzas.
Ante esta situación, Kardmatch sugiere aplicar el método de la avalancha para aquellos que destinarán su aguinaldo al pago de deudas. Este método consiste en priorizar el pago de las tarjetas de crédito con las tasas de interés más altas, lo cual no solo reduce el costo total de las deudas, sino que también permite un manejo más eficiente de las finanzas personales.
Es importante recordar que el aguinaldo, equivalente a al menos 15 días de salario y que debe pagarse antes del 20 de diciembre, se creó como un apoyo para enfrentar los gastos de las fiestas decembrinas. Sin embargo, su uso ha evolucionado, reflejando la fragilidad económica de amplios sectores de la población.
Los resultados de esta encuesta subrayan la necesidad de políticas públicas que fortalezcan la inclusión financiera, el acceso a empleos formales y la educación financiera, aspectos clave para revertir esta tendencia y garantizar que prestaciones como el aguinaldo cumplan su propósito original.