En una operación conjunta entre el Instituto Nacional de Migración (INM), la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), la Guardia Nacional (GN) y la empresa Ferrocarriles de México (Ferromex), se descubrió a un grupo de 87 migrantes escondidos en las góndolas de un tren en los patios del ferrocarril en Empalme, Sonora.

Entre los migrantes encontrados, se identificaron ciudadanos de siete países de Centro, Sudamérica y África. A través de un exhaustivo conteo, los agentes federales de migración determinaron que había tres menores de 18 años, 26 personas en núcleos familiares y 58 adultos solos. Los menores no acompañados provenían de Ecuador y Guatemala, mientras que los adultos solos eran originarios de Guatemala, Ecuador, Colombia, Nicaragua, Brasil, Angola y el Congo.

Tras la verificación de su estado de salud por parte de socorristas de la Cruz Roja, se les brindó agua y alimentos. Sin embargo, al no poder comprobar su estancia regular en el país, se les inició el Procedimiento Administrativo Migratorio (PAM).

Los núcleos familiares y los menores no acompañados quedaron bajo la protección del Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) del estado. Mientras tanto, trasladaron a las personas adultas solas a las instalaciones del INM en Hermosillo, Sonora

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