El Día de la Candelaria, celebrado cada 2 de febrero, es una de las tradiciones más arraigadas en México. Además de su profundo significado cultural, en 2025 se estima que esta festividad generará una derrama económica de más de 1,500 millones de pesos en el país, según datos de la Confederación Nacional de Cámaras de Comercio, Servicios y Turismo (Concanaco Servytur).
Este impacto económico se debe principalmente al consumo de tamales, atole y la compra de vestimenta para los Niños Dios.
Impacto económico del Día de la Candelaria en 2025
Se prevé que el consumo de tamales y atole alcance los 1,200 millones de pesos, mientras que la compra de vestimenta y arreglos para los Niños Dios representará aproximadamente 300 millones de pesos. Estos datos reflejan la importancia de las micro, pequeñas y medianas empresas (MiPyMEs), así como de los negocios familiares, en la dinamización económica del país durante esta festividad.
En 2024, la Ciudad de México reportó una derrama económica de más de 250 millones de pesos. De esta cifra, 180 millones provinieron de la venta de tamales y atole, y 70 millones de la compra de artículos relacionados con los Niños Dios. Además, estados como Veracruz contribuyeron con 60 millones de pesos al total nacional, demostrando que el impacto económico no es exclusivo de la capital.
Consumo de tamales y su importancia económica
De acuerdo con el INEGI, cerca de 13,000 negocios familiares formales se dedican a la producción y comercialización de tamales, cifra que se duplica al considerar los negocios informales. Durante el Día de la Candelaria, el consumo de tamales se triplica, ya que más de 40 millones de personas disfrutan de este platillo típico, cuyo precio promedio es de 15 pesos.
Además de ser un elemento clave en la tradición, el consumo de tamales impulsa la economía familiar y fortalece los mercados locales. Los pequeños comercios, mercados públicos y tianguis son fundamentales para satisfacer la demanda que esta festividad genera.
La celebración del Día de la Candelaria no solo preserva las costumbres mexicanas, sino que también evidencia la necesidad de políticas públicas que apoyen la formalización de negocios informales, brindándoles oportunidades de crecimiento y competitividad.
Conclusión:
El Día de la Candelaria es más que una tradición cultural; es un motor económico que impacta a miles de familias y pequeños empresarios en todo México. Impulsar estas actividades a través de apoyos y políticas públicas puede fortalecer tanto la economía como la preservación de nuestras costumbres.
Por: Antonio Gaytán