Día de la Mujer: ¿Qué NO deben hacer los hombres el 8M?
El 8 de marzo es una fecha emblemática a nivel mundial, en la que se conmemora el Día Internacional de la Mujer. En esta jornada, muchas mujeres salen a las calles luciendo los colores representativos del movimiento feminista: morado, verde y rosa, para exigir un alto a la violencia de género, al feminicidio y para reclamar igualdad real entre hombres y mujeres.
Aunque en el pasado se acostumbraba a regalar obsequios a las mujeres en este día, la percepción ha evolucionado. Ahora se entiende que el Día Internacional de la Mujer es un momento de reflexión sobre los avances logrados, los desafíos que aún persisten y la importancia de seguir promoviendo la equidad de género.
Por tanto, es esencial que los hombres sean conscientes de cómo sus acciones y palabras pueden incidir en esta fecha y qué no deben hacer el 8M:
Evitar felicitar a las mujeres
En primer lugar, es crucial evitar felicitar a las mujeres en el Día Internacional de la Mujer, ya que no se trata de una festividad convencional. Felicitarlas puede ser interpretado como un intento de simplificar o banalizar la verdadera esencia de esta conmemoración. En su lugar, es más adecuado mostrar apoyo a las causas feministas y reconocer la importancia de la lucha por la igualdad.
No regalar flores u otros obsequios
Otro punto a tener en cuenta es evitar regalar flores u otros obsequios, ya que esto puede desviar la atención de las verdaderas problemáticas que enfrentan las mujeres a diario. Es fundamental comprender que el 8M no es una ocasión para recibir regalos, sino para reflexionar sobre la lucha por la igualdad de derechos y oportunidades.
Evita invalidar o minimizar las narrativas femeninas
Además, es esencial no invalidar ni minimizar las experiencias y testimonios de las mujeres. Poner en duda sus relatos sobre discriminación, acoso o violencia contribuye a perpetuar un ambiente de desigualdad y silenciamiento. Escuchar, creer y apoyar sus voces es fundamental para construir una sociedad más justa.
No criticar la marcha del 8M
Asimismo, es importante no criticar las marchas y manifestaciones que se llevan a cabo en el marco del 8M. Lo anterior debido a que estas acciones son manifestaciones legítimas de protesta y demanda por derechos igualitarios. Apoyar y respetar estas movilizaciones es una forma de contribuir positivamente al cambio social.
No proponer un Día del Hombre
Por último, resulta fundamental no proponer la instauración de un Día del Hombre como respuesta al Día Internacional de la Mujer. Esta sugerencia demuestra una falta de comprensión sobre la importancia y necesidad de esta fecha. En lugar de buscar un día alternativo, es más constructivo reflexionar sobre cómo desmantelar las estructuras patriarcales y apoyar la lucha por la equidad de género.
¿Los hombres pueden ayudar?
En la actualidad, más que nunca, es importante que los hombres se eduquen sobre los problemas que enfrentan las mujeres y se conviertan en aliados activos en la lucha por la igualdad de género. Escuchar las experiencias de las mujeres y aprender de ellas es fundamental para comprender mejor las luchas feministas y contribuir de manera significativa.
Según Adriana Buiza Gómez, psicóloga especializada en temas de género, los hombres no necesariamente tienen que cumplir un rol según su sexo asignado al nacer, sino que pueden desempeñar un papel de aliado consciente. Para lograr esto, es importante informarse sobre los problemas de género, la igualdad y los derechos de las mujeres. Lo cual permitirá comprender mejor las razones detrás de las protestas feministas.
Además, los hombres pueden brindar apoyo emocional con escucha activa a las mujeres en sus vidas que participan en marchas y protestas. Mostrar comprensión y empatía en momentos emocionalmente intensos es fundamental para apoyar la lucha por la igualdad de género.
Los hombres pueden ser aliados activos del movimiento feminista al apoyar las demandas de igualdad de género. Además de defender los derechos de las mujeres en todos los ámbitos de la vida, incluidos el hogar, el trabajo y la sociedad en general. Cuestionar el patriarcado y trabajar para desmantelar las estructuras de poder que perpetúan la desigualdad también es fundamental para avanzar hacia la igualdad de género.
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