En una encuesta realizada por Reuters, se prevé que la economía de México continúe creciendo de manera constante después de las elecciones presidenciales de junio. A pesar de los desafíos fiscales por delante, se espera que el país mantenga un desempeño decente, en línea con la sólida economía de Estados Unidos.

La administración actual, encabezada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, ha aumentando el gasto en preparación para las elecciones, generando preocupaciones sobre el impacto en la inflación entre algunos funcionarios del banco central. Sin embargo, se espera que este impulso en el gasto se traduzca en un crecimiento económico del 2.2% este año y del 1.9% en 2025, según estimaciones de analistas consultados.

La candidata del partido gobernante, Claudia Sheinbaum, es una figura prominente en la carrera electoral, promoviendo aumentos en el salario mínimo y apoyando a las empresas energéticas estatales. Aunque ha prometido disciplina fiscal, aún no ha detallado sus planes al respecto.

Uno de los principales impulsores del crecimiento económico en México será la continuación de los buenos resultados macroeconómicos en Estados Unidos, que impulsarán las exportaciones mexicanas y los flujos de remesas desde la mayor economía del mundo. Esto es fundamental, especialmente considerando el reciente aumento de la volatilidad en el mercado de divisas local.

Sin embargo, existen incertidumbres tanto internas como externas que podrían afectar las previsiones actuales. A pesar de ello, los analistas, como Alberto Ramos de Goldman Sachs, consideran que los riesgos están equilibrados y que el panorama fiscal puede volverse menos cómodo de gestionar para el nuevo gobierno.

En este contexto, es crucial que se implementen reformas fiscales o revisiones en el gasto para garantizar un manejo adecuado de las finanzas públicas. Aunque las promesas de Sheinbaum apuntan hacia una mejora en las condiciones laborales y una transición a energías renovables, las decisiones fiscales futuras podrían tener un impacto significativo en la economía mexicana.

En última instancia, la evolución de la política fiscal, la inflación y las decisiones de la Reserva Federal de Estados Unidos serán determinantes para el futuro de la economía mexicana. A pesar de los desafíos por delante, se espera que el país continúe en la senda del crecimiento sostenible en los próximos años.