Nuevo Laredo, Tamaulipas.- El caso de la menor Heidi Mariana, de tan sólo cuatro años, toca fibras muy sensibles por la crueldad en que fue asesinada en un enfrentamiento entre delincuentes y el Ejército.
Heidi Mariana murió el pasado 31 de agosto de un balazo en la cabeza, mientras se enfrentaba el Ejército y el crimen organizado.
El titular de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) ordenó de forma inmediata la investigación del asesinato de la niña de Nuevo Laredo.
Por ello, es necesario definir quién le disparó y quitó la vida al menor, para castigar a los responsables.
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El presidente Andrés Manuel López Obrador en la conferencia matutina del pasado viernes envió sus condolencias a familiares de la niña y se comprometió a que no habrá impunidad para nadie.
En ese sentido, aclaró que, si el Ejército provocó que la menor muriera, se tendrá que castigar a los responsables.
Cuando ocurrió el enfrentamiento entre autoridades y delincuentes, la ahora occisa se dirigía al Hospital del Seguro Social acompañada de su madrastra Griselda Saavedra y su hermano Kevin.
La madrastra resultó lesionada por una esquirla de bala en el hombro derecho, mientras que el hermano sobrevivió de milagro a los disparos.
El incidente ocurrió en el crucero de las calles 20 de Noviembre y González, en la colonia Victoria, en donde, reportaron disparos en contra de diversas unidades, porque los policías perseguían a los delincuentes a bordo de un vehículo.
Esta es una de las víctimas colaterales que deja la violencia entre organizaciones del crimen organizado en medio de las disputas por el territorio en algunos estados de la República Mexicana.