En una batalla a mano armada, policías municipales se enfrentaron a tiros con un grupo de presuntos huachigaseros en la junta auxiliar de San Francisco Ocotlán en Puebla. La confrontación ocurrió en la madrugada del 13 de diciembre, cuando los agentes intentaron detener a los sujetos dedicados al robo de gas LP.

El incidente comenzó cuando se recibió un informe que alertaba sobre un grupo armado junto a una pipa de gas LP con una capacidad de más de 10 mil litros. Alrededor de las 2:00 am, los policías se dirigieron a la calle Álvaro Obregón, a la altura del puente conocido como 300, con la intención de detener al conductor de la pipa. Sin embargo, el conductor se negó a descender del vehículo y, en cuestión de minutos, llegó un comando armado que abrió fuego contra los oficiales.

Durante el intercambio de disparos, los delincuentes desarmaron a los agentes y escaparon del lugar. Como resultado del enfrentamiento, encontraron dos vehículos abandonados y la pipa de gas. Además, hallaron más de 100 casquillos percutidos y dos granadas de fragmentación en la escena. El grupo especializado Potasio tuvo que desactivar otra granada que representaba un peligro para la población.

Consecuencias del tiroteo en Puebla

Las autoridades aseguraron tanto las unidades como el armamento encontrado, y los pondrán a disposición de las autoridades competentes para iniciar las investigaciones correspondientes. Hasta el momento, no han capturado a ningún sospechoso relacionado con el incidente violento.

Los residentes de la zona se vieron sumidos en momentos de terror a raíz de este enfrentamiento, lo cual ha generado una mayor exigencia de seguridad por parte de los ciudadanos. Denuncian que la actividad delictiva ha aumentado considerablemente en el municipio poblano, lo que ha generado un clima de inseguridad e intranquilidad.

Las autoridades locales se encuentran trabajando en conjunto con las instituciones competentes para dar con los responsables de este violento hecho y así garantizar la tranquilidad de los habitantes de Coronango. Este incidente deja en evidencia la peligrosa actividad ilegal del robo de gas LP, conocido como “huachicoleo”, que continúa representando una amenaza tanto para el personal de seguridad como para la población en general.

Te puede interesar:Desmentido de BYD a las afirmaciones de Samuel García sobre nueva fábrica en NL