En lo que va del año se han registrado 91 sismos de baja magnitud con epicentros dentro del territorio de la Ciudad de México, de acuerdo con los registros del Servicio Sismológico Nacional, y uno de sus orígenes podría ser la sobreexplotación del acuífero del Valle de México.
Por ello, la investigadora del Instituto de Geociencias de la UNAM Dora Carreón llama a indagar el estrés hídrico como detonante de esos fenómenos y de los hundimientos.
Cuando sacas cualquier cosa del subsuelo a la profundidad que sea, líquido, sólido, gas, lo que sea del subsuelo, estás dejando huecos y eso significa que todas las capas que están arriba se van a querer reacomodar por peso propio, eso genera la deformación de la superficie.
Todo ese fenómeno de hundimiento asociado a que estamos haciendo una extracción masiva de diferentes elementos del subsuelo es lo que se conoce como subsidencia; puede haber subsidencia por extracción de agua subterránea, que es muy común en nuestro país”, explicó.
En lo que va del año se han registrado 91 sismos de baja magnitud con epicentros dentro del territorio de la Ciudad de México, de acuerdo con los registros del Servicio Sismológico Nacional, y uno de sus orígenes podría ser la sobreexplotación del acuífero del Valle de México.
Por ello, la investigadora del Instituto de Geociencias de la UNAM Dora Carreón llama a indagar el estrés hídrico como detonante de esos fenómenos y de los hundimientos.
Todo ese fenómeno de hundimiento asociado a que estamos haciendo una extracción masiva de diferentes elementos del subsuelo es lo que se conoce como subsidencia; puede haber subsidencia por extracción de agua subterránea, que es muy común en nuestro país”, explicó.