En medio de un ambiente de incertidumbre y cuestionamientos, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) se prepara para su próxima Asamblea Nacional el 7 de julio, donde se discutirá una «reforma profunda» que incluye la posibilidad de modificar sus colores, logo e incluso el nombre. Sin embargo, detrás de este aparente proceso de evaluación, los militantes alertan que el verdadero objetivo es extender por segunda ocasión la gestión de Alejandro Moreno Cárdenas, conocido como «Alito«.

Alito no ha descartado la posibilidad de continuar en el cargo

Moreno fue elegido para dirigir el PRI de 2019 a agosto de 2023, pero a fines de 2022 logró modificar los estatutos del partido para prolongar su gestión hasta agosto de este año. A menos de dos meses de que finalice este plazo, no ha descartado la posibilidad de continuar en el cargo, dejando en manos de la Asamblea Nacional la decisión final.

En una entrevista con Radio Fórmula el pasado 14 de junio, Moreno fue cuestionado sobre sus planes de postularse de nuevo a la dirigencia, a lo que respondió que cumplirá con su periodo estatutario, pero estará pendiente de lo que decidan los delegados en la Asamblea Nacional.

De acuerdo con los estatutos del PRI, la Asamblea Nacional tiene la facultad de reformar los documentos básicos del partido, definir políticas y elegir a los titulares de la presidencia y secretaría general del Comité Ejecutivo Nacional. Por lo tanto, este órgano será clave para determinar el futuro de la dirigencia del partido y la posible reelección de Moreno Cárdenas.

PRI obtuvo un cuarto lugar en las preferencias electorales

Si bien los estatutos del partido indican que la Asamblea Nacional se celebra de forma ordinaria cada tres años, se ha generado polémica por la premura con la que se convocó a esta reunión, tan solo cuatro días después de las elecciones en las que el PRI obtuvo un cuarto lugar en las preferencias electorales a nivel nacional.

Con un marcado descenso en el número de votos para la presidencia en los últimos comicios, el PRI enfrenta una crisis de representatividad y aceptación entre la población. La posibilidad de que Moreno Cárdenas busque prolongar su dirigencia ha generado preocupación y descontento entre diversos sectores del partido.

Desde que Alejandro Moreno asumió la presidencia del PRI en 2019, el partido ha enfrentado varias derrotas electorales en gubernaturas. En 2021, el PRI perdió ocho gubernaturas, en 2022 y 2023, continuaron las pérdidas en Hidalgo, Oaxaca y más, lo que ha generado cuestionamientos sobre el liderazgo de Moreno y la necesidad de renovación en el partido.

La situación actual del PRI es crítica, con solo dos gobiernos estatales en Coahuila y Durango, obtenidos a través de alianzas con otros partidos. Además, la gestión de Moreno ha sido cuestionada por actos de corrupción, la concentración de poder y la falta de triunfos electorales significativos. Estos señalamientos han provocado desbandadas en varias entidades del país.

Exdirigentes, militantes y representantes han expresado su preocupación

En medio de este escenario, voces críticas se alzan exigiendo una renovación genuina en el PRI. Exdirigentes, militantes y representantes de distintas corrientes políticas han expresado su preocupación por el rumbo que está tomando el partido y la falta de inclusión de nuevas voces en la Asamblea Nacional.

Dulce María Sauri, exdirigente del PRI, ha expresado su apoyo a la idea de que Moreno regrese el partido a la militancia. En una reciente entrevista, Sauri cuestionó si la actual dirigencia quiere un futuro con una baja votación nacional o incluso la pérdida del registro del partido, haciendo un llamado a reflexionar sobre los resultados electorales recientes que han afectado al PRI.

Mientras algunos ven en la reinvención del PRI una oportunidad para recuperar la confianza de la ciudadanía, otros señalan que las prácticas actuales no favorecen un verdadero cambio en la imagen y el desempeño del partido. La necesidad de abrir espacios a propuestas innovadoras y a liderazgos emergentes se hace evidente en medio de la crisis que atraviesa el PRI.

Con un pasado de glorias y tropiezos, el PRI se enfrenta a un momento crucial en su historia, donde la decisión de extender o no la dirigencia de «Alito» Moreno Cárdenas marcará el rumbo que tomará el partido en los próximos años.

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