Con el inicio del 2025, la Guardia Nacional ha intensificado sus operativos en la frontera sur de México, específicamente en el estado de Chiapas, con el objetivo de controlar el flujo migratorio proveniente de Centroamérica y hacer frente a la inseguridad generada por la disputa entre grupos del crimen organizado.
El primer subinspector, Luis Eduardo Silva Solís, del batallón 43 de la Guardia Nacional, ha destacado que las actividades en la zona incluyen patrullajes continuos y operativos conjuntos con otras fuerzas de seguridad a nivel federal, estatal y municipal.
«En Chiapas, la Guardia Nacional ha aumentado sus actividades de proximidad y acercamiento social», afirmó Silva Solís durante una conferencia de prensa.
Además, los elementos de la Guardia Nacional colaboran estrechamente con instituciones como el Instituto Nacional de Migración (INM) y la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar) para brindar seguridad en puntos estratégicos y apoyar al personal encargado de atender a los solicitantes de asilo, que en su mayoría buscan llegar a la frontera norte de México.
En la ciudad de Tapachula, la principal urbe en la frontera mexicana con Guatemala, la Guardia Nacional ha intensificado sus operativos con el fin de garantizar la seguridad tanto de los habitantes locales como de los migrantes que transitan por la zona.
Durante la última semana, los efectivos llevaron a cabo recorridos en el parque Central Miguel Hidalgo, donde instaron a los ciudadanos a denunciar cualquier incidente sospechoso.
Dayana García Altamirano, integrante del batallón 43, explicó que estas acciones buscan generar confianza y fortalecer la relación entre la población y las fuerzas de seguridad.
La situación en la frontera sur se ha vuelto especialmente crítica debido al aumento de la migración irregular.
Según las estadísticas, entre enero y agosto del año pasado, México registró más de 925 mil migrantes irregulares, lo que representó un aumento del 132 % en comparación con el año anterior.
Este incremento en el flujo migratorio ha ejercido una presión adicional sobre las autoridades mexicanas, que también deben hacer frente a la creciente disputa entre los cárteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación por el control de las rutas de tráfico de personas y drogas provenientes de Centroamérica.
Por su parte, el subsecretario de Gobierno de la región, Martiniano Reyes Palacios, elogió las medidas implementadas por el nuevo gobernador de Chiapas, Eduardo Ramírez, para fortalecer la seguridad en el estado.
«Queremos que las familias puedan disfrutar de la libertad de transitar por las carreteras y caminos sin temor, combatir al crimen organizado y lograr que aquellos que han causado violencia en el pasado sean parte de la historia«, aseguró Reyes Palacios.
