En una inusual operación llevada a cabo en las primeras horas del viernes en el penal de Aguaruto, en Culiacán, autoridades encabezadas por la Policía Estatal Preventiva, en coordinación con la Secretaría de la Defensa Nacional y la Guardia Nacional, descubrieron un impresionante arsenal en manos de los internos.
Los elementos de seguridad peinaron meticulosamente los módulos 6 y 8 del centro penitenciario, encontrando armas de fuego y equipo táctico de alto poder.
En el módulo 6 se hallaron dos fusiles AK-47, popularmente conocidos como «cuernos de chivo», ocho cargadores abastecidos, un cargador de disco con municiones y dos pistolas Glock calibre 9 mm, acompañadas de sus respectivos cargadores.
Por su parte, en el módulo 8 se descubrió un fusil M4 de calibre 5.56 mm, una pistola calibre .38 Súper y una serie de cargadores. Además, se contabilizaron cartuchos pendientes por verificar y una serie de objetos prohibidos que completaban el arsenal, como diez cuchillos y puntas improvisadas, chalecos tácticos, radios de comunicación, teléfonos celulares y chips telefónicos.
Por su parte, la vocera de la Secretaría de Seguridad Pública de Sinaloa, Verona Hernández Valenzuela, aclaró que la acción correspondió a una revisión inesperada. Hernández Valenzuela detalló que, como parte de las acciones realizadas durante la revisión, se llevó a cabo el cambio de director del penal.
Cambios en el penal
El nuevo encargado de la prevención será José Miguel Alarcón García, quien sustituirá a Braulio Alberto Aguirre Herrán. Además, indicó que se está llevando a cabo un proceso de reorganización en el penal, con la posibilidad de realizar más modificaciones al finalizar la revisión.
La vocera aclaró que estas revisiones son parte de un protocolo rutinario y se llevarán a cabo de manera sorpresiva con el respaldo de las fuerzas federales.
La presencia de armas de fuego en un penal representa un peligro latente para la seguridad de los internos, del personal penitenciario y de la sociedad en general. Es necesario tomar medidas urgentes para evitar que este tipo de situaciones se repitan en el futuro y garantizar un entorno seguro dentro de los centros de reclusión.