Han pasado casi cuatro meses desde que cinco jóvenes desaparecieron en Lagos de Moreno, Jalisco, luego de asistir a una feria la noche del viernes 11 de agosto Roberto Olmeda, Diego Lara, Uriel Galván, Jaime Martínez y Dante Cedillo, hoy sus familiares revelaron a que fueron localizados los celulares de los cinco jóvenes, a lo que señalaron que podría ser uno de los avances más importantes del caso.

De acuerdo con Juan Martínez Ibarra, padre de uno de los jóvenes, los dispositivos fueron encontrados por la Fiscalía del Estado en una de las casas donde presuntamente fueron llevados tras ser privados de la libertad; de esta manera, será posible acceder a sus últimos mensajes, llamadas, fotografías, videos y ubicaciones, que podrían dar mayores pistas sobre qué pasó con los jóvenes.

“Hallaron los cinco celulares de los muchachos para checarlos, para ver las llamadas que hicieron los muchachos en el último momento que estuvieron con ellos, entonces van a investigarlos, van a checar las llamadas que hicieron para ver qué más sacan de ahí”, compartió el padre de Jaime.

Ante ello informó que la Fiscalía del Estado les indicó que el análisis de los datos obtenidos de los celulares se llevaría a cabo en aproximadamente dos semanas; es relevante mencionar que se cree que los teléfonos fueron colocados después del aseguramiento de las fincas, ya que cuando se intervinieron no habían sido encontrados, “nada más nos dijeron que en una casa los habían hallado enterrados en candados con tabiques, más no sé, supuestamente la Fiscalía había checado las casas bien, solamente que las personas hayan agarrado los celulares y los hayan depositado ahí” señaló Martínez.

Cabe agregar que la Fiscalía del Estado hasta el momento no ha ofrecido ninguna aclaración.

¿Cuándo desaparecieron?

La desaparición de Uriel Galván, Dante Cedillo, Jaime Adolfo Martínez, Diego Alberto Lara y Roberto Olmeda se reportó en la noche del 11 de agosto. En aquella ocasión los cinco amigos se reunieron con otra persona en un lugar conocido como ‘El Mirador’, el cual visitaban con frecuencia. Sin embargo, ninguno de ellos regresó a casa.

Las investigaciones de la desaparición de los jóvenes llevó más tarde al hallazgo de osamentas en una ladrillera en la comunidad de La Troje, aunque no se confirmó que los restos hallados correspondieran a los cinco hombres reportados como desaparecidos.