El próximo secretario de Agricultura, Julio Berdegué Sacristán, afirmó que la futura presidenta de México, Claudia Sheinbaum, ha sido clara en su instrucción de mantener al país libre de maíz transgénico. En una entrevista reciente, Berdegué subrayó que la doctora Sheinbaum estableció una política firme para evitar el cultivo de maíz transgénico en territorio nacional y restringir su importación para consumo humano.
‘La doctora ha sido clarísima en que dijo que México mantendrá la política de no permitir el cultivo de maíz transgénico en el territorio nacional y de que no queremos la importación de maíz transgénico para el consumo humano’, señaló Berdegué tras su nombramiento como futuro titular de Agricultura.
Postura de Berdegué frente al glifosfato
En cuanto al uso del glifosfato, un herbicida controvertido, Berdegué respaldó la posición del presidente Andrés Manuel López Obrador. ‘Postergar la entrada en vigor del decreto hasta en tanto no exista una alternativa para reemplazar el glifosfato’, indicó, resaltando la importancia de encontrar soluciones viables antes de implementar restricciones más estrictas.
‘El día en que dicha alternativa pudiera existir podrá entrar en vigor ese decreto’, agregó, sugiriendo que la política ambiental de México se basa en un equilibrio entre protección y pragmatismo.
Esta postura refleja una preocupación creciente por los efectos ambientales y de salud asociados al uso de glifosfato, mientras se busca una transición ordenada hacia alternativas más seguras y sostenibles.
Plan Hídrico Nacional: Equidad y eficiencia en el uso del agua
Berdegué también informó sobre el desarrollo de un Plan Hídrico Nacional, una iniciativa crucial en un país que enfrenta desafíos significativos debido al cambio climático. Este plan incluye un análisis exhaustivo de las concesiones de agua actuales con el objetivo de lograr un acceso más equitativo, eficiente y justo.
‘Lograr de vuelta que el acceso al agua sea equitativo, que sea eficiente, que sea justo y que también esté adaptado a las circunstancias de un país como es México, que cada día vamos a tener menos agua como consecuencia del cambio climático’, explicó Berdegué.
El secretario designado advirtió que el país debe ajustarse a una nueva realidad hídrica. ‘En materia de agua tenemos que ajustarnos a una nueva realidad, no podemos postergar eso, enfatizó. Este reconocimiento de la crisis hídrica y el compromiso de abordarla de manera efectiva son pasos fundamentales para garantizar la sostenibilidad a largo plazo del recurso más vital del país.
Implicaciones y retos
La política de evitar el maíz transgénico y el uso de glifosfato plantea varios desafíos y oportunidades para México. Por un lado, la prohibición del maíz transgénico podría impulsar la agricultura orgánica y la biodiversidad, pero también podría afectar la productividad agrícola y la economía si no se gestionan adecuadamente las alternativas. Por otro lado, el uso continuado de glifosfato mientras se buscan alternativas muestra una voluntad de proteger la agricultura mexicana sin comprometer la producción inmediata.
El Plan Hídrico Nacional, si se implementa de manera efectiva, podría transformar la gestión del agua en México, asegurando que las comunidades más vulnerables tengan acceso equitativo al agua. Esto es crucial en un contexto donde el cambio climático está reduciendo la disponibilidad de agua, exacerbando las desigualdades y creando nuevos retos para el desarrollo sostenible.
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