México ha tomado una dirección decidida hacia la eliminación de la hepatitis C para el año 2030, siguiendo el ejemplo de Egipto, el primer país en lograr esta hazaña. La estrategia mexicana se basa en la cobertura universal del tratamiento antiviral, un enfoque que ha demostrado ser eficaz al erradicar la enfermedad en tan solo 12 semanas.
Mónica Guardo Martínez, asesora de Vigilancia de la Salud, Prevención y Control de Enfermedades de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), destacó este ambicioso objetivo durante la inauguración de la primera Reunión Anual de Alto Nivel para la Eliminación de las Hepatitis Virales, coordinada por la Secretaría de Salud (Ssa).
‘Con la implementación de la cobertura universal del tratamiento antiviral, México está en camino de alcanzar la meta de eliminar la hepatitis C para 2030’, afirmó Guardo Martínez. Ella subrayó que los avances logrados hasta ahora podrían permitir a México realizar un ejercicio de microeliminación de la hepatitis C en un futuro cercano, como evidencia de los resultados positivos.
Tratamiento de última generación y casos reportados
Desde 2019, México cuenta con un tratamiento de última generación que ha demostrado ser altamente efectivo en la erradicación de la hepatitis C. Según un informe de la Dirección General de Epidemiología, en 2020 se registraron 1,366 casos nuevos de esta infección, con la mayoría de los afectados siendo personas de entre 25 y 44 años de edad.
En vísperas del Día Mundial contra la Hepatitis, que se conmemora el 28 de julio, Mónica Guardo Martínez señaló que, de acuerdo con un informe global sobre el virus, solo el 33 por ciento de los enfermos conocen su situación de salud, y apenas el 20 por ciento ha tenido acceso a la medicación necesaria. Este es un desafío que México está abordando con su programa integral que incluye prevención, diagnóstico y tratamiento antiviral.
Avances en la atención integral
Carla Toledo, directora de coordinación de la Comisión Coordinadora de los Institutos Nacionales de Salud y Hospitales de Alta Especialidad, resaltó la importancia de la estrategia de atención integral que se está implementando en México.
‘En nuestra red de nosocomios existen los mecanismos necesarios para ofrecer atención a los pacientes, especialmente a aquellos en los sectores más vulnerables y sin acceso a la seguridad social’, comentó Toledo.
La misión de los institutos y hospitales federales es ofrecer servicios médicos de calidad, y respecto a la gratuidad de los mismos, se ha logrado un avance significativo del 75 por ciento. Este enfoque asegura que todos los pacientes, independientemente de su situación socioeconómica, puedan acceder a los tratamientos necesarios para combatir la hepatitis C.
Compromiso con Naciones Unidas y avances en atención primaria
Además del objetivo de eliminar la hepatitis C para 2030, México asumió un compromiso con Naciones Unidas para consolidar su sistema de atención primaria. Alethse de la Torre, directora del Centro Nacional para la Prevención y Control del VIH/Sida, explicó que este compromiso se está cumpliendo gracias al nuevo esquema de salud impulsado con IMSS-Bienestar.
La OPS y las autoridades de salud mexicanas están optimistas sobre las perspectivas futuras. Con la implementación de la estrategia de cobertura universal y el tratamiento antiviral de última generación, México se posiciona como un líder en la lucha contra la hepatitis C en la región. Asimismo, los esfuerzos coordinados y el compromiso tanto a nivel nacional como internacional refuerzan la posibilidad de que México logre eliminar esta enfermedad para 2030.
El enfoque integral que incluye prevención, diagnóstico y tratamiento, junto con la mejora de los servicios de salud y el acceso gratuito a los mismos, es fundamental para alcanzar esta meta. La colaboración con instituciones internacionales y el apoyo continuo del gobierno mexicano son esenciales para mantener el impulso y garantizar que ningún paciente se quede atrás.
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