El cierre temporal de dos cruces ferroviarios fronterizos en Texas ha dejado claro que Estados Unidos necesita que México tome medidas adicionales para evitar que los migrantes suban a los trenes de carga, autobuses y camiones en su intento de llegar a la frontera. Ante esta presión, México ha comenzado a retirar el precario campamento ubicado a lo largo del río Bravo (o Grande) en Matamoros, el cual ha albergado a miles de migrantes en los últimos meses.

Reunión de alto nivel

El miércoles, mientras una delegación estadounidense de alto nivel se reunía con el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, en busca de más acciones para frenar el creciente número de migrantes que llegan a la frontera sur de Estados Unidos, las autoridades mexicanas en Matamoros utilizaron maquinaria pesada para retirar lo que describieron como tiendas de campaña abandonadas. Esto probablemente es un claro indicio de que México está dispuesto a colaborar en asuntos migratorios.

Campamento de Matamoros

El campamento de migrantes en Matamoros se desarrolló frente a Brownsville, Texas, a finales de 2022 y llegó a albergar hasta 1.500 migrantes. Sin embargo, en los últimos meses, muchas tiendas fueron desalojadas a medida que los migrantes cruzaban el río para llegar a Estados Unidos. Segismundo Doguín, jefe del Instituto Nacional de Migración en Tamaulipas, negó que se tratara de un desalojo, explicando que los migrantes están comenzando a abandonar el campamento por voluntad propia.

Cruces ilegales

A pesar de los esfuerzos de las autoridades mexicanas, unos 70 migrantes se aventuraron a cruzar el río la noche del martes y quedaron atrapados a lo largo de sus orillas bajo las filas de alambre de púas instaladas por órdenes del gobernador de Texas. Estas escenas reflejan la difícil situación que enfrentan los migrantes que buscan ingresar a Estados Unidos.

Aumento de la migración

Además, en diciembre, las autoridades estadounidenses detectaron hasta 10,000 cruces ilegales diarios desde México, lo que ha dificultado el procesamiento y el alojamiento de las miles de migrantes que llegan a las ciudades del norte del país. Como resultado, Washington ha intensificado la presión sobre México para que tome medidas más enérgicas en la contención de los flujos migratorios.

Impacto económico

El cierre temporal de los dos cruces ferroviarios fronterizos también ha afectado a las industrias mexicanas, ya que se argumentó que se tuvo que reasignar agentes de la Patrulla Fronteriza para enfrentar el alto número de cruces migratorios. Ante esta situación, López Obrador ha manifestado su disposición para ayudar, pero ha solicitado que Estados Unidos proporcione más apoyo para el desarrollo en los países de origen de los migrantes y que reduzca o elimine las sanciones sobre Cuba.

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