Después de cuatro años de estar fuera del ranking de los mejores países para la llegada de Inversión Extranjera Directa (IED), México ha logrado vencer la sequía de capital y regresar al grupo selecto de las 25 naciones más importantes para la inversión extranjera.

Gracias al fenómeno de la relocalización de empresas chinas en territorio mexicano, conocido como nearshoring, el país ha logrado captar la atención de los inversionistas internacionales, según informes de la constructora global Kearney. A través del Índice de Confianza de Inversión Extranjera 2024, se ha posicionado en el puesto número 21 de dicho indicador, lo que lo ubica entre los destinos más atractivos para la llegada de recursos foráneos.

La inversión extranjera y el crecimiento Económico de México

Este logro representa un hito importante para la economía mexicana, ya que es la primera vez que alcanza esta posición durante el gobierno de la 4T, luego de haber perdido la confianza de los inversionistas entre 2020 y 2023. Estados Unidos lidera el índice de inversión extranjera, seguido de cerca por Canadá, China, Reino Unido y Alemania, completando así el top 5.

México se encuentra en una posición estratégica que le permite atraer la inversión de muchos países directamente y se espera que alcance hasta 45 mil millones de dólares al cierre de 2024, lo que representa un aumento significativo respecto al año anterior. Omar Troncoso, director general de Kearney México, destacó que además del nearshoring, el repunte en el crecimiento económico y la estabilidad en las finanzas públicas han contribuido a generar un ambiente propicio para la inversión extranjera en México.

El país ha logrado escalar dos posiciones a nivel mundial, convirtiéndose en la economía número 12 del mundo al cierre de 2023, según los informes preliminares del FMI. A pesar de estos logros, los inversionistas no descartan riesgos derivados de una posible desaceleración en el crecimiento económico, un repunte en la inflación y eventos internacionales como la guerra en Ucrania y Medio Oriente, que podrían limitar la inyección de inversión extranjera en México y a nivel global.

Sin embargo, México ha demostrado una vez más su atractivo como destino para la inversión extranjera, consolidándose como un actor importante en el escenario económico mundial.

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