En San Pedro San Pablo, Guanajuato, Octavio, un niño de 9 años, perdió la vida tras dispararse con la escopeta de su abuelito. Según las autoridades, el menor habría manipulado el arma de fuego que estaba cargada y al alcance en la mesa de la cocina.
El suceso ocurrió en la mañana del lunes, aproximadamente a las 7:00 a.m., cuando una fuerte detonación alertó a los familiares de Octavio. Su madre corrió al lugar y lo encontró en el suelo junto a la escopeta, por lo que fue trasladado de forma urgente a una clínica particular en el bulevar Euquerio Guerrero, en Guanajuato capital. Sin embargo, el menor ya no presentaba signos vitales al llegar a la clínica.
La Fiscalía General del Estado inició una investigación para esclarecer las circunstancias de este accidente y determinar posibles responsabilidades. Según las primeras indagatorias, todo apunta a que la escopeta, al parecer al alcance del niño, fue manipulada de forma accidental.
Expertos en seguridad señalan la importancia de mantener las armas de fuego descargadas, con las municiones separadas y almacenadas en lugares seguros e inaccesibles para los menores.
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