El día de ayer, Omar Fayad ha tomado protesta como embajador extraordinario y plenipotenciario en el reino de Noruega, luego de que el pleno del Senado ratificara su nombramiento con 70 votos a favor, 33 en contra y 2 abstenciones. Sin embargo, esta designación no ha estado exenta de polémica debido a las circunstancias en las que se ha llevado a cabo.

Omar Fayad, ex gobernador de Hidalgo y también ex priista, ha sido objeto de cuestionamientos por parte de la oposición. Esto se debe a que Fayad entregó el gobierno de Hidalgo a Morena en las pasadas elecciones y, como recompensa, recibió la embajada de Noruega por parte del presidente López Obrador. Esta situación ha generado críticas y señalamientos de favoritismo político.

A pesar de las críticas, el presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores, Héctor Vasconcelos, defendió la designación de Fayad. Durante la sesión, manifestó que se analizó el plan de trabajo del nuevo embajador y se determinó que su trayectoria profesional puede fortalecer el diálogo entre México y Noruega. Vasconcelos también resaltó la amplia carrera de Fayad en la administración pública y en la política.

Sin embargo, no todos están de acuerdo con esta designación. Claudia Anaya, senadora del PRI, cuestionó los méritos de Fayad para ocupar el cargo de embajador. Durante su intervención, señaló que el propio Fayad admitió no tener ningún mérito para desempeñar el puesto. Además, Germán Martínez, del Grupo Plural, criticó dicha designación argumentando que Fayad no cuenta con los méritos necesarios para representar al Estado mexicano y que se trata simplemente de un pago de favores.

Cecilia Sánchez, otra senadora del PRI, expresó su preocupación por la falta de transparencia en esta designación. En sus palabras, acusó al presidente de comprar hombres y conciencias, ofreciendo puestos a aquellos gobernadores que no obstaculicen las elecciones. Para Sánchez, esto pone en duda la legitimidad de los gobernadores actuales.

Ante las críticas, Ricardo Monreal, senador de Morena, defendió a Fayad y acusó a la oposición de cinismo. En su intervención, lamentó la ira y furia que los críticos del nuevo embajador han mostrado, y destacó la importancia de la racionalidad y serenidad en el debate político.