Decenas de organizaciones civiles dirigieron una carta a la presidenta electa de México, Claudia Sheinbaum, solicitando un plan concreto para frenar la epidemia de VIH en el país, la cual supera los 17,000 casos al año y registra un aumento de contagios en los últimos cinco años.
Entre las entidades firmantes se encuentran el Comité Humanitario de Esfuerzo Compartido Contra el Sida, la Red Mexicana de Personas que Viven con VIH/sida y la Red Nacional de Juventudes Diversas, quienes advierten de “elevados costos humanos y en gasto público”.
Héctor Martín Méndez, representante del Colectivo de Derechos Humanos en Tapachula, destacó que los datos que pueden ser aproximados, no torales, deben ser motivo de preocupación para las autoridades y la sociedad en general.
En un estudio reciente realizado por el Instituto Belisario Domínguez (IBD) del Senado, se reveló que en 2022 México reportó la cifra más alta de nuevos casos de VIH en su historia, con un total de 17,858 diagnósticos. Estos números resaltan la necesidad de implementar medidas efectivas para contener la propagación de esta enfermedad.
“Deberíamos ir bajando las cifras de infección, si bien es cierto que el VIH/sida es un tema de infección que puede ser prevenido, precisamente por la gravedad es un tema de salud pública, entonces debería tener la atención total oportuna con la intención de que todo eso se vaya reduciendo”, destacó Méndez.
Rossemberg López Samayoa, presidente de la agrupación Una Mano Amiga en la Lucha contra el Sida, enfatizó a EFE que su objetivo es presentarle a Sheinbaum modelos específicos que se han probado a nivel Latinoamérica.
Asimismo, pidió extender a otros estados del país los hospitales públicos que existen en Ciudad de México, donde Sheinbaum fue jefa de Gobierno de 2018 a 2023, los cuales atienden de manera gratuita a personas con VIH y ofrecen salud sexual preventiva.
Los activistas señalaron la necesidad de mejorar la coordinación entre las instituciones de salud y garantizar un acceso equitativo a los servicios de atención y tratamiento para que las personas con VIH no vean interrumpidos sus tratamientos; y que por el contrario, cuenten con un lugar seguro en el cual recibir asistencia médica y un seguimiento adecuado.
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