En su conferencia matutina, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, defendió su decisión de dar a conocer públicamente el número de teléfono personal de Natalie Kitroeff, jefa de corresponsalía de The New York Times en México, en respuesta a una solicitud de información sobre una presunta investigación de Estados Unidos que vincula a los hijos del mandatario y colaboradores cercanos con el narcotráfico.

López Obrador no dudó en enfrentar las críticas, afirmando tajantemente: «No fue un error, que cambie su teléfono». El presidente justificó su acción argumentando que, ante acusaciones infundadas y sin pruebas, la dignidad del presidente y del país deben estar por encima de la Ley de Protección de Datos Personales.

El mandatario acusó a Kitroeff de calumniarlo, asegurando que sin fundamentos está vinculando a su familia con actividades ilícitas. Ante la pregunta sobre si la exposición del número ponía en peligro a la periodista, AMLO respondió con seguridad: «No pasa nada, no pasa absolutamente nada».

En un tono de firmeza y determinación, el presidente advirtió que no tolerará calumnias y que responderá con contundencia ante cualquier difamación, sin importar de quién provenga. En este sentido, enfatizó que, por encima de la protección de datos personales, se encuentra la moral y la autoridad política que representa como líder de un pueblo que merece respeto.

Además, López Obrador aprovechó la ocasión para criticar el reportaje publicado por The New York Times, considerándolo como una montaña que parió un ratón y exigiendo una autocrítica por parte del medio. Asimismo, hizo hincapié en la importancia de la libertad de expresión y recordó su apoyo a Julian Assange, expresando que México es un país de libertades y que no tolerará el periodismo falsario al servicio de intereses creados.

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