El reciente arresto de Joaquín Guzmán López e Ismael ‘El Mayo’ Zambada en El Paso, Texas, ha generado un revuelo en torno a la vida y la salud del cofundador del Cártel de Sinaloa, revelando detalles que hasta ahora eran considerados secretos en el mundo criminal.
Uno de los aspectos que ha llamado la atención sobre ‘El Mayo’ Zambada es su estado de salud, especialmente después de que se presentara en una silla de ruedas durante sus comparecencias ante la justicia estadounidense.
Se ha informado que requiere apoyo para movilizarse y su apariencia física ha generado especulaciones entre los periodistas y la población en general. Durante una audiencia realizada en la Corte de Distrito Oeste de Texas, se reveló que Zambada García se ve bastante delgado y su voz es débil, lo que ha generado preocupación sobre su estado de salud.
«La verdad es que se ve bastante bastante enfermo, es un hombre muy delgado. Su voz también es muy débil», relató el periodista Luis Chaparro en una entrevista con Azucena Uresti.
Además, se han evidenciado notorias intervenciones quirúrgicas en su rostro, incluyendo una rinoplastia. El rumor sobre la cirugía de nariz fue confirmado por un miembro del Cártel de Sinaloa a través del podcast ‘Narcosistema’ de la periodista Anabel Hernández.
«Es el, la nariz la tiene así porque hace muchos años se la operaron y no quedó exactamente bien. Lo que pasa es que al viejo ya le estaban dando diálisis , la diabetes yo lo estaba matando», se explicó en el programa.
Por otro lado, según información de The New York Times, Zambada se sometió a una operación de prótesis de rodilla, lo que podría explicar por qué necesita apoyo para mantenerse en pie.
La periodista Anabel Hernández ya había mencionado esta complicación médica en su obra, La historia secreta: AMLO y el Cártel de Sinaloa, donde detalla los problemas de salud que enfrenta ‘El Mayo’ Zambada.
«Padece una diabetes controlada y de una fastidiosa rodilla que se inflama tanto que deben sacarle el líquido con una aguja con cierta regularidad», expresó.
De acuerdo con información médica, las consecuencias de una rinoplastia mal hecha puede ser tanto estética como funcional, generando desde problemas respiratorios, infecciones, hemorragias, cicatrices, deformidades estéticas, pérdida del olfato hasta la necesidad de una cirugía correctiva.
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