Tras el caso de firmas falsas en la Dirección Ejecutiva de Asociaciones Políticas y Fiscalización del Instituto Electoral de la Ciudad de México (IECM), se generó una crisis interna que derivó en la renuncia de otro grupo de funcionarios que se suman a la salida de René Quiñones, quien encabezaba el área.
Los funcionarios que presentaron su renuncia son Alain Barrera Lomelí, director de Quejas; Mónica Vianey García Flores, subdirectora de Procedimientos Sancionadores II; Aldo Pinto Rangel, jefe de departamento de Trámite y Sustanciación II; y Ana Laura Montes Torres, asistente administrativa. Según consejeros electorales, estas renuncias también se dieron por motivos personales, al igual que la de René Quiñones.
En una sesión del Consejo General del IECM, la presidenta de la comisión de Quejas, Érika Estrada, mencionó la salida de Quiñones, destacando su legado de excelencia en el área. Representantes de partidos de oposición como Andrés Sánchez Miranda del PAN y Enrique Nieto Franzoni del PRI también expresaron su pesar por la partida de Quiñones, resaltando su apoyo incondicional.
Uno de los acuerdos tomados por el área fue la prohibición para diversos morenistas de utilizar la frase «cártel inmobiliario» durante las campañas electorales, medida solicitada por el PAN y avalada por dos de tres consejeros. Además, el consejero Ernesto Ramos Mega presentó un voto concurrente solicitando dejar de formar parte de la Comisión de Quejas debido a la pérdida de confianza en el área, tras descubrir que su firma electrónica había sido utilizada sin su autorización en dos documentos diferentes.
El consejero expresó su decepción por el hecho grave e inédito que puso en duda su confianza en la Comisión de Quejas, anunciando su decisión de renunciar a su cargo en el área y solicitando la integración de una nueva comisión por el tiempo que corresponda. A pesar de las solicitudes de entrevista sobre el tema, el consejero no ha respondido.
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